Visitas

viernes, 21 de diciembre de 2012

The same

¿Qué me pasa? No sabría decirte exactamente qué ocurre. Pero estoy apagada, sin fuerzas, sin ganas, cansada se podría decir. ¿De qué? Del curso, de la rutina, de las mismas caras, de las injusticias, de esforzarme, de dormir poco y de descansar menos, de los recuerdos, de los pensamientos, de esta sensación... Incompleta. Creo que es la palabra adecuada para definir cómo me siento. ¿Qué hago?. Imaginar, desear, soñar, esperar, anhelar... pero hacer, lo que es hacer, realmente no hago nada. Ya he hecho bastante y no doy para más. Estoy harta. Agotada. Siempre lo mismo. La misma historia. La misma sensación. La misma esperanza y la misma decepción. No creo que pida tanto... Aunque parece ser que exijo demasiado. Quizá no lo merezca, quizá sí... quizá no ahora, quizá después, quién sabe, yo no, desde luego. Por eso esta situación, esta incertidumbre, este dolor...


viernes, 28 de septiembre de 2012

Rutina del ayer

21:00h de la noche, un vagón lleno de gente que continúa su rutina. A su derecha, la viva imagen de una historia de amor comenzada, un amor perfecto reflejado en el brillo de los ojos de la chica de al lado. Ella pulsa velozmente las teclas de su móvil mientras conversa con el que ahora piensa que es el hombre de su vida. Esa inocencia que el primer amor nos provoca y que luego, con el paso de los años, de los golpes y de los daños se ve reducida a una mota de esperanza. Más allá, un chico adulto, perfectamente vestido, un traje elegante y una corbata a juego con la camisa. El claro reflejo de una persona atada a su trabajo que no tiene tiempo para disfrutar de su vida, estrechamente ligada a órdenes, estrés y complicaciones. Detrás, apoyada en la barra una pareja ve pasar las estaciones mientras se mantienen en silencio, este seguramente provacado por una pelea reciente, y así, ven avanzar el tren reflexionando sobre lo que cada uno de ellos solo sabe. En frente, madre e hija charlando, poniéndose al día, narrando historias y contando novedades. Y allí, mirando por la ventana, una chica enciende su móvil y se coloca los cascos, intentando evadirse del ruido del tren. La música suena fuerte, pero aún más fuerte suena su interior. Ese que le grita y le hace entristecer. Ese que tiene el mismo color que el cielo en esta fría noche de invierno. Ella apoya su brazo en el resquicio de la ventana y su cabeza sobre este. Las gotas de lluvia golpean el cristal. Entonces, suena una canción. Ese tipo de canción que parece relatar un momento de su vida, quizá algo vivido, tal vez algo que está por vivir o incluso algo por lo que está pasando ahora mismo. Sus ojos se empañan de recuerdos, de historias, de sonrisas, de miradas, de conversaciones, de caminos a casa, de celos, de temor, de dudas, de cobardía, de miedo, de amor, de él... Hace un esfuerzo por contener el llanto y su mirada, perdida a saber en qué lugar, se centra en el paisaje. Y ve pasar las estaciones, los trenes, gente que viene y va, gente que entra y que sale, gente que se queda y gente que se distancia, como en la vida. 

De repente, otra canción, peor aún que la anterior, el simple sonido de los primeros acordes le hacen sentir un pinchazo en su interior, una lágrima se desborda sobre el precipio de sus ojos la cual intenta frenar con el pulgar de su mano izquierda. 

 El tren se detiene en su estación y la gente colapsa la salida. Ella, distinta al resto, espera paciente a que todo se calme, entonces decide salir y regresar a casa. Llueve a mares, se empapa, se cala hasta el rincón más oculto de su piel, pero no importa. Allí fuera no puede hacer más frío que el que siente en su interior.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Un anticipo

Y te vuelvo a encontrar, donde siempre, donde nos conocimos, donde seguramente nos diremos "adiós". Cruzamos nuestras miradas en la lejanía y mi mente se teletransporta años atrás.

Estamos juntos, caminando mientras todos nos miran, ellas envidiosas, ellos ignorantes, nosotros conscientes de todo. Estamos rompiendo las normas y eso nos gusta. Nos observan pero da igual, seguimos a lo nuestro, charlamos, reímos, con los pies en el suelo y la cabeza a saber dónde. Felices, al fin y al cabo.

Esos tiempos en los que yo estaba para ti y tú para mí, en los que podía contar contigo porque tú mismo me lo dijiste: "Si quieres hablar del tema este que te preocupa, o de cualquier otra cosa, puedes confiar en mí, cuando lo necesites aquí me tienes". Mis ojos se empañan al recordar esas palabras, esos segundos que serán eternos... "Se fuerte"me repite mi subconsciente y eso trato de hacer. Te sigo observando hasta que el muro lo impide y marcho melancólica a casa. Hace un sol deslumbrante y un calor sofocante pero yo solo siento frío en ese momento, como un día de invierno en el que llueve a mares y tiritas mientras te empapas porque se te ha olvidado el paraguas. Esa maldita sensación que se apodera de mí cada vez que siento que te pierdo.


Y es que, lo de hoy solo ha sido un anticipo a lo que, antes o después, acabará llegando: el olvido. Te divisaré en la lejanía e irás desapareciendo cada día un poco más hasta que ya no te vea, pero ni con esas te dejaré solo porque desde el día que te conocí ya te llevaste un parte de mí. Así que, si por algún casual te sientes solo o triste, simplemente pon la mano en tu corazón, yo estaré ahí, a tu lado, como siempre.


martes, 11 de septiembre de 2012

Ayúdame a olvidarte

Quizás sea una señal del destino. Tal vez el futuro esté intentando decirme que tengo que pasar de ti. Que no debo verte, ni pensarte, ni esperarte, ni desearte, ni soñarte... Que no debería hacer nada que tuviera relación contigo. Y poco a poco, lo voy consiguiendo. Para mí ya no eres lo que eras, pero siempre serás algo. Algo que un día se me clavó dentro, como la espina de una rosa, y que no conseguiré sacarme. Y sé que esto tiene un fin y que está muy próximo, y créeme, si por mí fuera, esto no acabaría nunca pero ... lo haces tan complicado que me debilitas, me quitas las ganas, la ilusión, la alegría... me quitas todo y no me das más que preocupaciones. Te quise más que a mi propia vida, pero no paras de decepcionarme. Aunque, pensándolo bien, la culpa es mía por esperar tanto de ti. Pero aún así, no aprendo. Otra vez ese sentimiento de frustración, de impotencia, de rabia, todo causado por ti, por tu forma de actuar. Hazme un favor, será el único que te pida: sigue ignorándome, sigue sin escribirme, sin hablarme, sin preocuparte por mí, sin saber nada de mí, sin mostrar el más mínimo interés hacia mi persona, continúa destrozándome, partiéndome en pedazos y no te sientas responsable del daño que me causas. Sigue así, por favor. Ayúdame a alejarte de mí. 

¿Sabes? Puede que en tiempos pasados hubiera llegado a pensar que yo no era suficiente para ti, pero todo ha cambiado. Ahora realmente creo que no me mereces. No es justo que habiendo hecho poco me hayas tenido a tu disposición para lo que quisieras. No es justo haberte amado durante años para que tú no dieras ningún paso más. No es justo pasarme las noches en vela por tu puta ausencia. No cariño, no es justo. No has sido justo conmigo. Y ya estoy cansada. No puedo soportarlo más. Me parte en dos ver que no haces nada por evitar que lo nuestro se termine. Y yo... yo no puedo seguir tirando de los dos, estoy agotada. No tengo fuerzas para luchar por ti y por mí. 

¡Se me olvidaba! NUNCA ME SONRÍAS. Te pido que no lo hagas porque cada vez que lo haces, me vuelvo a enamorar. Es justo en ese instante cuando todo cobra sentido. Así que, por favor, jamás me vuelvas a sonreír. Ayúdame a olvidarte.

martes, 4 de septiembre de 2012

Fuck it and just live

Incontrolables ganas de vivir. De salir. De viajar. De experimentar. De crecer. Ansias de felicidad. De reír hasta que duelan las mejillas. De bailar hasta que duelan los pies. De cantar hasta quedarme afónica. Deseo innegable de disfrutar de la edad que tengo. De beberme las penas. De fumarme los recuerdos. De brindar por cada desamor y de celebrar los que faltan por llegar. De salir a la calle y sentir que puedo comerme el mundo. De sentirme atractiva. De sentirme más mujer que nunca. 
Critica mi actitud infantil mientras me mofo de tus prejuicios. Júzgame sin saber nada de mí mientras yo me voy descubriendo. Quéjate de que pongo la música alta mientras abro mi mente con ella. Ve amargándote mientras enriquezco mi alma. Puedes llamarme niña, cría, inmadura, alocada; no me lo considero pero ¿y si lo fuera qué? Es lo que toca en la adolescencia. Pero ¿sabes? Solo tengo una vida y no quiero vivirla como se debería sino como me apetezca. Prefiero arrepentirme de algo que he hecho que de algo que nunca me atreví a hacer.


miércoles, 22 de agosto de 2012

A

Inmersa en tu aroma, mi dedo índice recorre cada milímetro de tu piel, viajando a través de tu cuerpo, siguiendo la pista que deja el mapa de tus lunares, llegando a la isla de lo perfecto. Un paraíso donde destaca la luz de tu mirada y el brillo de tu sonrisa. Un lugar al que solo podemos llegar cerrando los ojos y abriendo los corazones. Y una vez allí, disfrutar del sonido de tus "te quiero" y hallar la paz en el prado de mis ojos. Caminar juntos de la mano, como la otra vez, como esta, y descubrir los pequeños placeres que nos depara el destino, aquellos que solo descubriremos viviendo. Y es que aquí, en este reino, los pensamientos negativos están prohibidas. Se rechaza el uso de la razón y es obligatorio dejarse llevar por los sentimientos. Hacer lo que nos nazca, decir lo que sintamos, besarnos cuando nuestros labios lo griten. 
Si quieres reír, reiré contigo. Si necesitas llorar, intentaré animarte y si no lo consigo, lloraré contigo. Si requieres atención, te la prestaré. Si te deprimes, te alegro. Si te caes, te levanto. Si me quieres, te quiero.
Aunque en el amor no se trate de apuestas, si tengo que apostar por algo, apuesto por ti. 


~ No será fácil, pero valdrá la pena ~

domingo, 12 de agosto de 2012

Soñando sin querer

Y te imagino aquí, tumbado en mi cama, a mi izquierda, duermiendo con esa cara angelical. Y te miro desde arriba, apoyando el cuerpo sobre mi brazo y sonrío. Sonrío como una niña pequeña cuando le dan una chuche. Observo tu pelo, impecable, perfecto incluso después de haber dado veinte vueltas en la cama. Tus ojos los cuales, aún estando cerrados, me permiten ver la pureza de tu alma. Tu nariz y la marca que la caracteriza, que quizá en otra nariz quedaría antiestética pero que a ti te queda ideal, haciéndote único. Miro tus labios y suspiro... ¡Cuánto desearía besarlos! Y me quedo pensativa, soñando por segunda vez. Acaricio suavemente tu mejilla para no despertarte y deslizo mi dedo por tus labios, la única forma de palpar su textura... Y de repente un impulso. La necesidad de unir tu boca con la mía. Lentamente me aproximo. Despacio. Muy despacio. Estoy ahí, a un suspiro de tus labios. Te mueves involuntariamente y me alejo rápidamente. Sigues dormido aunque has girado la cabeza. Algo te ha incitado a evitar ese momento, como en la vida real, como siempre... Entristezco por un momento. Decido dejarme de ilusiones y me conformo con apoyar mi cabeza en tu pecho. Rodeo tu cintura con mi brazo derecho. Te tengo entre mis brazos por una noche aunque desearía que lo estuvieras de por vida. Me recuesto hasta coger la postura y Morfeo me acaba venciendo. 
Unas horas después el sol mañanero entra por mi ventana. Los rayos de sol me eclipsan, acaban con mi descanso. Abro los ojos como puedo e inconscientemente deslizo la mano por donde debería estar tu cuerpo. La sensación de bienestar desaparece fugazmente. Abro los ojos lo máximo que puedo, y miro hacia mi izquierda. No estás. Ha vuelto a ocurrir...

martes, 7 de agosto de 2012

El silencio de la noche, el ruido del corazón



Me pregunto qué será de ella... - da una calada a su cigarro y suelta el humo lentamente pertubando el silencio de la noche - Llevo dos meses sin saber nada al respecto; sin verla, sin hablar con ella, sin mirarla a los ojos, sin ver su sonrisa... - Se incorpora, haciendo un esfuerzo por levantarse de la cama. Sus pies descalzos se posan sobre el frío suelo y con una mano, como si acariciara su piel, aparta la cortina de sus ojos. Apoya la cabeza en la ventana y mira la luna llena. Se acuerda de ella. Un largo suspiro empaña el cristal y su corazón late más deprisa - Pagaría por que estuvieras aquí, por pedirte perdón. LO SIENTO. No debí haberte dejado con esa duda, debí aclararlo todo pero es tan difícil... Jamás podría haberte mentido mirándote a los ojos. No podría haber soportado verte llorar, que me miraras con esos preciosos ojos inundados en lágrimas, ni ver ese frágil cuerpo temblar, si esa deslumbrante sonrisa desaparecer... - Una pareja pasea feliz bajo su ventana. Él pasa su brazo sobre la espalda de la chica y la trae consigo, la besa en la cabeza y se miran enamorados, o felices, que viene a ser lo mismo. Desde su habitación escucha las risas de la joven pareja y siente su interior partirse en pedazos. Los recuerdos acuden a él... - Te echo tanto de menos... - Una lágrima se balancea sobre el marrón de sus ojos - Lástima que ahora sea tarde - Reflexiona entristecido - Opté por hacer lo correcto e ignoré lo que sentía, lo que siento. Traté de hacer lo mejor para nosotros, o eso creía, pero solamente he conseguido cavarme mi propia tumba. Viajé a través del eco de tu voz y llegué a la isla del olvido. ¿Me habrás borrado de tu mente? - Consternado inicia el camino a la cama con un único pensamiento en la cabeza. Se acuesta y abraza a la almohada como si fuera su cuerpo, la trae hacia él, apoya su rostro en ella y la humedece con su llanto. La estrecha en sus brazos. - Ni el paso del tiempo, ni la distancia, podrán borrar lo que siento por ti...

sábado, 28 de julio de 2012

Como antes...

¿Te acuerdas de lo que dijimos hace unos meses? Hablábamos de que teníamos ganas de que llegara de nuevo el verano para pasar las noches hablando. Aún espero ese momento...

Me acuerdo de lo bien que lo pasábamos, de las madrugadas juntos, de lo cercano que te sentía y de lo contenta que me iba a dormir. Me sentía bien contándote mis penas y escuchando tus consejos. Los echo en falta...

También recuerdo ese recreo en el banco, sentados, cuando me hablaste de otra de tus amigas, de lo bien que os compenetrábais y de lo a gusto que estabas con ella. Y cada vez que la nombrabas, sentía un pinchazo en mi interior. Llámalo temor, llámalo miedo a ser remplazable. Porque siento que nuestra amistad se ha enfriado, noto que eso que conseguí el verano pasado de que te abrieras y te desahogaras, se ha ido perdiendo... Te conozco en gran parte, y tú me conoces a mí, y cuando estamos juntos es como si todo fuera como siempre, pero mi sensación cuando me paro a pensarlo en casa no es la misma. 

Echo de menos la amistad que teníamos hace unos meses, el que me cuentes tus historias, el que te desahogues conmigo porque cuando te pregunto si todo está bien y prefieres no hablar del tema... me duele, ¿sabes?. Veo que mi mejor amigo lo pasa mal y que no puedo hacer nada, ni siquiera escucharle. Sé que has soportado bastantes cosas mías y que me has ayudado mucho, siempre te estaré agradecida, pero me gustaría que siguieras confiando en mí y que te desahogaras conmigo, como hago yo contigo. 

Para mí no eres un amigo más, eres MI MEJOR AMIGO, por eso no me conformo con preguntarte qué tal, que me digas que bien, responderte lo mismo, hablar dos tonterías y despedirnos. Me gustaría saber casi  todo de ti. Que todo fuera como antes...

Estaré aquí para cuando quieras.
Siempre podrás contar conmigo, rubio.

sábado, 21 de julio de 2012

Ahora lo comprendo

Me pongo a pensar y ahora lo comprendo todo, al menos le encuentro sentido. Me he dado cuenta de que nuestra historia no puede ser, habré madurado. Sería inútil empezar. La relación, antes o después, haría aguas. Podríamos disfrutar durante unas semanas, unos meses quizás, un par de años a lo sumo, pero ¿luego qué?. Habría que poner punto y final a una historia especial como ninguna, eso sí, y sería más doloroso, tanto para ti como para mí. Tú tendrías que renunciar a todo lo que te mereces: una mujer madura, que te aporte estabilidad en todos los sentidos, con quien poder pasear sin el miedo al qué dirán, con la que compartirías intereses y gustos; y yo... yo tendría que renunciar a mi libertad, a mi derecho a ser joven, a hacer locuras, a reírme como una idiota, a hacer lo que quiero en cada momento, a tener aventuras, a disfrutar de la vida a mi forma. Lo mejor para los dos es que no estemos juntos.

Y te aseguro que te he querido como a nadie en mi vida y que contigo he descubierto lo que es amar, pero cada día soy más realista y ahora sé que eso que tantos años he deseado no debía cumplirse. Hoy soy más comprensiva con tu postura y entiendo mejor tus acciones, tus palabras, tus gestos... Me pongo en tu lugar y sé que no es fácil, pero ya no tendrás que soportar más mis comprometidas indirectas ni mis miradas de niña enamorada ni tampoco mis sutiles caricias. Intentaré no incomodarte más ni ponerte de nuevo entre la espada y la pared. Aunque me cueste lo voy a conseguir, vas a desaparecer de mi mente y de mis deseos, así cuando te vuelva ver podré actuar contigo con total normalidad. Sin rencores, sin decepciones, sin mal entendidos. En serio. Seguirás siendo especial para mí, pero de otra forma. ¿Amigos?.


viernes, 20 de julio de 2012

PASO




Paso de las ilusiones, de las esperanzas, de las noches en vela pensando, anhelando, recordando... Dos corazones que no avanzan. Paso de los abrazos, de las sonrisas, de los besos y de las caricias. Paso de los "te quiero" fingidos, del miedo al olvido. Paso de ti, de él, de ellos, de los dos porque de todos modos, el estar pendiente de alguien ¿para qué me sirvió? Tampoco funcionó. Ya no quiero sentir mariposas, ni cosquilleos ni esas cosas. Quiero ser fría como la nieve, ácida como el limón, puede que a veces queme, pero tengo congelado el corazón. El tiempo avanza, me pisa los talones, dicen que todo se olvida, pregúntaselo a mis errores. No más perdones. No más daños me repito todos los años pero siempre fallo, tropiezo, caigo, me trastorno y aunque me levante, del todo no me repongo. Y poco a poco, cada error se queda clavado en mi interior hasta el día de hoy que mi corazón suplica un "stop". Por una vez, he de mirar por él pues bastante dolor le he causado. Fíjate si será estúpido que hasta a ti te ha perdonado. Corramos un tupido velo al pasado y quedémonos en el presente. Vive como quieras, pero vive, que nada es para siempre.

lunes, 9 de julio de 2012

No more

Me prometo que lo intentaré. No más noches en vela pensando en ti. No más lágrimas que nublen el brillo de mis ojos. No más recuerdos que apuñalen. No más buscarte. No más dolor por culpa de tu ausencia. No más sentimientos hacia tu persona. No más miradas que lo confiesen todo. No más sonrisas estúpidas mientras contemplo tu belleza. No más invitaciones ni ganas de estar a tu lado. No más buscar en otros tus caricias. No más forzar las situaciones. No más intentos. No más lucha. No más daño. No más...

Ahora somos tú y yo, por separado, como personas individuales que hacen su vida sin mirar lo que hace el otro. Hemos pasado por muchos instantes, por el momento adecuado para que eso que tú y yo sabemos, surgiera y no ha podido ser. Es hora de hacer caso al destino, que sea él el que elija el porvenir. Nuestros caminos se separan cada vez más hasta que ya no nos divisemos en el horizonte. Y quizá sea ahí cuando nos decidamos realmente, cuando nos echemos tanto de menos que nos duela el corazón, que nos falte el aire para respirar y las ganas para seguir adelante, y decidamos dar el paso al fin para estar juntos, o por el contrario, decidamos que somos felices sin tenernos, que podemos continuar con nuestra vida y que de la otra persona solo guardamos bonitos recuerdos, que son al fin y al cabo los que realmente importan. Quién sabe. Pero por ahora, lo mejor para los dos es poner pausa a esto y hacer nuestra vida.


Tú por tu camino. Yo por el mío. Y si el destino quiere que nos encontremos, nuestros caminos se cruzarán.

viernes, 6 de julio de 2012

¿Quién es él?

-No paras de hablar de él, de pensar en él... He leído tu blog. ¿También va por él?
+Gran parte de mis textos hablan de él, sí... Es pensar en él y sentir la necesidad de escribir.
-¿Por qué solamente te ocurre eso con él?
+Dicen que donde duele, inspira. Y, créeme, nada me duele más que él. Es como si te estrujaran el corazón, como si te hicieran un nudo en la garganta, como si te obligaran a permanecer con los ojos abiertos, sin pestañear para que te escuezan de verdad y necesites llorar, es como si te pegaran una paliza y no tuvieras ganas de volver a levantarte, es como si te taladrasen la cabeza, como si  algo te revolviera el estómago. Es como un pinchazo en el pecho...
-Pfff... Pero...¿Pero quién es él?
+Que ¿quién es él?
Él es el reflejo de todo lo que un día deseé. Él es la historia que no empecé. Él es el deseo que pedí en cada cumpleaños. Él es el sonido del "te quiero" que nunca pronuncié. Él es la lágrima que tantas noches derramé. Él es la ausencia de mi sonrisa. Él es la melancolía de mis días. Él es el abrazo que nunca dí, el beso que aún permanece en mí. Y es que él... Él es el error que jamás cometí.


martes, 19 de junio de 2012

Da media vuelta

Márchate
 



No me busques, ni preguntes por mí, ignórame como solo tú sabes hacerlo, olvídate de mí si acaso no lo has hecho ya. Vete. No permitas que me vuelva a enamorar de ti. Necesito alejarte de mi persona. Volver a notar tu ausencia y recordar qué es lo que merezco. Y sabes que me merezco mucho más de lo que me has dado porque siempre he estado ahí sin importar la distancia, las circunstacias, el tiempo... Tirándome a la piscina sin saber si habia agua o no. He perdido parte de mi dignididad y de mi orgullo solo por ti, por hacerte feliz, por estar a tu lado para lo que quisieras y cuando quisieras. Pero yo no puedo hacer todo el trabajo. Estoy cansada de esto. No me llames para dejarme otra vez con la miel en los labios. Sí o no. O das un paso hacia adelante para estar conmigo o dalo hacia atrás para alejarte de mí de una vez, al menos hasta que deje de quererte si alguna vez lo consigo. Olvidar es un proceso que lleva mucho tiempo y más si tengo que olvidarme de cómo eres cuando estás conmigo y de cómo me haces sentir. Pero tú mismo me estás obligando a ello... Así que, si no tienes nada más que decirme, vete. Esto se acabó.

jueves, 14 de junio de 2012

I'm yours

Es verdad que conmigo eres diferente, y eso me encanta, te noto cómodo, a gusto, tranquilo a mi lado. Siento cómo me miras y te quedas embobado mientras te hablo y veo el interés que muestras por mí. Sé que te gustaría ser más abierto aún y más cercano conmigo, pero también sé que te cuesta, por eso valoro tanto tu calor. ¿Sabes? Adoro cuando nuestras miradas se cruzan en silencio y nos quedamos así, callados, observándonos, y que cuando me decido a romper ese silencio con una sonrisa y una pequeña risa, me imites y no puedas evitar sonreír. Amo sacarte una sonrisa porque no le sueles dedicar una a casi nadie, excepto a mí. Me gustan mucho tus pequeños detalles, cuando sin quererlo tu brazo rodea mi cintura o cuando tu mano se posa en la mía, cuando te tengo cerca y siento tu piel rozando la mía, nuestras mejillas solapándose y nuestro corazón latiendo al mismo ritmo. 
Podré besar otros labios, podré tocar otros cuerpos, podré entrelazar otras manos, podré decir otros "te quiero" pero no creo que pueda sentir por alguien lo que por ti sentí y siento. Es demasiado. Rompe barreras, límites, se acerca al infinito pero no llega a rozarlo. Tú controlas mi mente y mi corazón. Desde el primer día fui tuya y hasta el último día lo seré.


I'm yours

viernes, 25 de mayo de 2012

Duele la cruda realidad

Me gustaría enviarte un mensaje diario como mínimo y escribirte mil y una cosas que pasan por mi mente; ponerte al día de mi rutina, preguntarte cómo te ha ido, si has pensado mucho en mí y soltar alguna tontería para sacarte una sonrisa.Escribirte "te quiero" en todas las letras, colores y tamaños posibles para que no se te olvidaran jamás. Me despediría con un "hasta mañana, amor" y apagaría el ordenador, yendo a descansar tranquila, con una dulce sensación. Sin embargo, cada día que tengo ese impulso de escribirte, calmo esa ansiedad, cierros los ojos, cojo aire y me alejo del ordenador para no caer en la tentación. Aunque algo me impide distanciarme demasiado, y paso horas y horas revisando a menudo el correo con la esperanza de ver uno tuyo y dejar paso a la felicidad. Pero... nada. Cae la noche y yo sigo sin noticias tuyas. Desganada, me echo sobre la cama y tardo horas en coger el sueño pues algo no deja de rondar por mi cabeza.

Cuando te viera, me encataría mirarte en la distancia, sonreírte y correr hacia ti para abrazarte durante unos segundos, contemplar tus pupilas y besarte como si fuera la primera vez. Sin embargo, cuando te vea, te miraré y el cuerpo se me quedará paralizado sin saber muy bien cómo debo reaccionar. No sentiría ilusión, sino miedo. Mucho. Demasiado. Temblaría e insegura te miraría intentando que vinieras tú. Te daría dos fríos besos, y charlaría contigo. 

-Hola, cuánto tiempo... ¿qué tal estás? 
+Ya ves. Estoy muy bien. Feliz.. ¿y tú? ¿qué es de tu vida?
-Lo de siempre, liado con mis cosas, pero bien.

Y así, una vez más, callaría todo lo que llevo callado en estos años. Me mordería la lengua, tragaría saliva y con ello mis ganas de confesarte la verdad. De hablar claro y de decirte: 

-Eh, ¿te acuerdas de mí? Sigo esperándote aunque no te importe.

Y cada semana, quedaría contigo, daríamos un paseo por las calles de Madrid, perdiéndonos en el encanto de sus edificios, de sus monumentos, de sus jardines, de sus museos, y encontrándonos al entrelazar nuestras manos sin temor al qué dirán. Sin embargo, estaré en el sofá, tirada, escribiéndote un texto, porque tú me inspiras, pensativa, otra vez con el corazón sujeto por hilos. Colgando, a punto de caer y romperse en mil pedazos. OTRA VEZ.

Duele la cruda realidad...


jueves, 24 de mayo de 2012

Reflexiones en una cama

 Se descalza, se suelta el pelo, deja el móvil en la mesilla y se deja caer sobre la cama. Piensa: "Hoy ha sido un día intenso, lleno de emociones". El silencio que la rodea contrasta con el ruido que hay en su interior. Demasiadas voces, palabras, imágenes, momentos, consejos, opiniones... tanto que decir y no saber cómo empezar. Decide callarlas con música. Enchufa los cascos al móvil y sintoniza la radio. Suena una canción. Justo esa canción que hecho adrede o no, le viene como un guante. Se identifica. Empieza a entristecer y decide cambiar a otra emisora. Tres, cuatro segundos de margen, pero nada, no le apetece escuchar eso. Y así con otras tres emisoras... Mira el reloj pero el tiempo parece haberse detenido. Desconecta los cascos y vuelve a dejar su teléfono. Se tumba mirando hacia el techo. Una extraña aunque no nueva sensación se apodera de ella. Comienza a pensar en la conversación que ha tenido con él. En lo bueno, porque solo buenas palabras han sido pronunciadas y eso la hace pensar. No le gustaría hacerlo pero no lo puede evitar. Da mil vueltas a todo lo que le ocurre y más si tiene que ver con él. Él... y su imagen le viene a la mente. Sonríe como una estúpida. Su corazón late más deprisa y su cuerpo comienza a estremecer. Pasan estos dos años a su lado por la cabeza y los siente bien dentro. Ríe, cierra los ojos y se deja llevar. Profundiza en su mirada y se pierde... A continuación, como una nube que tapa el cielo soleado, recuerda los otros dos años que ha estado alejada de él. Se plantea lo peor que se puede plantear alguien en un momento así: ¿por qué?. No hay respuesta. Ocurre, simplemente, y hay que aceptarlo. Imagina la cantidad de momentos que no ha podido pasar a su lado, la de sonrisas suyas que se habrá perdido, la de veces que no habrá podido acariciar su cuerpo ni besar sus labios... Y de pronto, esa sensación tan bonita comienza a decaer. Se transforma. Cambia. Se convierte en una sensación de vacío. El corazón late lento y su cuerpo se enfría, incluso tiembla, haciéndose muy pequeño. El brillo de sus ojos se convierte en rojizo, y las lágrimas, débiles e inseguras, se depositan al filo de sus ojos, dejándose caer, resbalando lentamente por su rostro, dejando huella, como la que él le ha dejado. Cierra los ojos nuevamente, se arropa, encogiéndose, humedeciendo la almohada...


viernes, 18 de mayo de 2012

Ofreciendo amistad


Y te comportas conmigo como antes, intentado dejar a un lado lo que ocurrió, bueno, lo que yo quería que ocurriera pero que evitaste. Vienes, me encuentras, sonríes, me saludas, me preguntas qué tal me va todo y te muestras encantador, como un buen amigo. Yo, en un acto reflejo, te devuelvo la sonrisa, te respondo y te pregunto lo mismo intentado dejar a un lado la tensión y actuar como una amiga tuya lo haría. Tú contestas y un silencio se apodera de nosotros. De repente mi mente me transporta a aquella noche... Todo apagado, tú y yo, tan cerca y tan lejos, bailando, pegados, creando el momento, y yo intentando alcanzar tus labios, contemplando tu preciosa sonrisa, y de nuevo tus ojos... que no sé qué tienen pero me encanta sumergirme en ellos porque cuando miro tus pupilas y me adentro en tu mirar el mundo deja de existir y solo permanece una sensación de bienestar a la que me declaro adicta. Uno, dos, tres intentos fallidos hasta que me rendí... Entonces me hablas y vuelvo al presente, al instante en el que nuestras miradas vuelven a encontrarse. Te despides de mí a la par que te alejas. Y mientras tú estás dado la vuelta marchando en tu caminar, yo te miro una vez más, quedándome asombrada por las sensaciones que experimento cuando estoy cerca tuya. Te observo y pienso: ¿Por qué tú? No eres mi tipo aunque tienes ese algo... Y para cuando quiero terminar la frase ya no estás. Y mi cabeza se agacha contemplando el suelo. Mis manos se meten en mis bolsillos. Mi cuerpo parece vencerse y mis pies hacen que gire. Doy media vuelta y me voy.

No puedes ofrecer pan a quien tiene sed.

jueves, 17 de mayo de 2012

No podrás borrarla


Un pasillo misterioso que lleva a una habitación oscura, apagada, solitaria, silenciosa... Cuatro paredes donde quedan encerrados miles de recuerdos, de deseos, de ganas, de sonrisas que guardaban los sentimientos más ocultos, de miradas de todo tipo... pero sobre todo la tuya. Una mirada que no sabría definir y que no sé por qué pero me atrae de una manera inexplicable... Tus ojos redondos y marrones ocultan tantas cosas que no puedo descubrir realmente ninguna, y eso me hace acercarme más a ti, querer entender el porqué de tu mirar. Una mirada transparente donde se refleja el cansancio, la tristeza, la incompresión y la insatisfacción... pero por otra parte una mirada oscura, peligrosa, que intima, que provoca, que marca... Una mirada que por una cosa u otra no he podido borrar de mi memoria. Y algo dentro de mí hace que tenga ganas de sentarme, donde tantas veces nos sentamos, y quedarnos a solas. Escucharte, entenderte, dejarte hablar e intentar comprenderte. Y quizá así poder hacerte un poco más feliz. Porque estoy segura de que olvidarás mi nombre, pero también estoy segura de que no podrás borrar mi forma de mirarte... igual que yo nunca podré olvidar la tuya.

sábado, 12 de mayo de 2012

No hay nadie como tú


No hay nadie como tú. Esa es la primera conclusión que saqué cuando te conocí y casi cuatro años después la sigo manteniendo... A pesar de la distancia, de no verte ni de hablar contigo, de pensar que todo acabó hace casi dos años, que todas las esperanzas murieron. Solo me queda el recuerdo... un recuerdo que me abruma, que me hace temblar, entristecer y sentirme pequeña, como una niña cuando ve una película de miedo y después le toca dormir sola... Así justamente, sola. No hay nada que me llene. Mi interior se vació el día en que te vi desaparecer entre las miradas perdidas de la gente. El tiempo cobró velocidad y te vi marchar presto, rápido, sin mirar atrás, y lo peor de todo, en dirección contraria a la mía. Algo dentro de mí se rompió y no es una forma de hablar. Desde entonces no he podido encontrar esa mirada que me haga desnudar mi interior como la tuya hacía, ni esa sonrisa que me haga entregarme sin miramientos como la tuya hacía, ni esas manos que me hagan estremecer con un simple roce como las tuyas hacían, ni esa forma de andar que me deje maravillada como la tuya, ni esa voz que me atraiga de forma irracional como la tuya... Nada.

sábado, 14 de abril de 2012

No te lo prometo, pero lo intentaré

 Te quiero


 Nunca fui de esas personas que hacen promesas que no saben si podrán cumplir y como el futuro es incierto, no me gusta prometer ni jurar. Por eso, no te prometo que siempre estaré a tu lado pero te aseguro que lucharé para estarlo. Tampoco te juro que consiga animarte cada vez que lo necesites, pero podremos llorar juntas. No te aseguro que nuestros caminos estén unidos ni que nuestro destino sea estar juntas por siempre, pero haré todo lo posible para que así sea. No te prometo que jamás te olvidaré, quién sabe, a lo mejor algún día pierda la memoria y sea incapaz de recordarte, pero mientras pueda, estarás en mi mente. Quizás las circunstancias te aparten de mi lado, pero removeré mar y tierra por encontrarte y traerte de nuevo. Tal vez, una mañana te levantes sintiéndote como una mierda, pero trataré de llegar hacia ti, sacarte de la cama a la fuerza si es necesario, darte un abrazo y repetirte mil veces todo lo que vales, hasta que se te quede grabado. No te juro quererte tanto como te quiero hoy el día de la mañana, pero mientras estemos juntas, lo haré. No te prometo que vayas a estar siempre feliz, porque te mentiría, pero sí que haré lo posible por sacarte una sonrisa, sea como sea. No puedo prometerte que siempre seremos mejores amigas, pero ten por seguro que mientras vivamos y estemos juntas, lo seremos.

viernes, 13 de abril de 2012

Dame placer

Un beso tímido que lleva a otro más cálido, y ese a otro más pasional, y mi boca se abre mientras deslizas tus labios por mi cuello, susurrándome al oído todo aquello que me gusta escuchar. Tu lengua humedece mi piel y baja curiosa hasta mis pechos, donde se entretiene juguetona. El ritmo de mi corazón se acelera tanto que incluso puedes oírlo. Te quitas la camiseta, y mi cuerpo siente cada vez más... Continúas por mi cintura con pequeños besos hasta llegar al paraíso. Sabes cómo hacerlo, tienes esa práctica y experiencia te hacen único y que, desde el primer momento, me ataron a ti. Juegas, besas, acaricias, muerdes, chupas, profundizas... y mi cuerpo arde de calor, de deseos, de ganas... Mi respiración se acelera. Me dejo llevar. Cierro los ojos y miro hacia arriba. Placer. Mi cuerpo excitado se mueve de forma incontrolable. Tú decides ese movimiento. Lo manejas, lo controlas, lo haces tuyo. Me miras desde abajo y ves mi cara de satisfacción, algo que te excita el doble, y tu mano se mueve más rápido, aguanta, espera paciente, acelera, sprinta... Y un grito resalta en el silencio de la noche. Gemidos que aumentan su frecuencia y su volumen hasta que, segundos después, vuelven a disminuir... Me relajo, y subes besándome de nuevo, hasta el cuello. Te detienes y me miras a los ojos fijamente. Sonríes y me susurras un te quiero en el filo de mis labios y fundes el momento con un placentero beso...


miércoles, 4 de abril de 2012

Cuestión de vicios

Otro sorbo, y otro, y otro, y ya van cinco... como las noches en vela que ha pasado esta semana. Pega los labios a la botella y deja que el alcohol baje por su garganta al mismo ritmo que bajan las lágrimas por sus mejillas... Abre el paquete de tabaco, coge un cigarrillo y enciende una llama, la misma que se apagó cuando él se fue. Mantiene en vilo el pitillo entre sus dedos de la mano izquierda, mientras con la derecha sujeta la botella y da otro trago, intentando que el Whisky borre todo el dolor que la vida no pudo borrarle. Se engaña a sí misma, sabe que lo que está haciendo no está bien, pero le da igual. Está tan cansada que decidió enterrar al angelito que la protegía de los malos vicios. Qué importa, se pregunta mientras se tumba en el suelo con la mirada perdida en el techo. Ya nada importa. Las cosas no van bien y para evadirse recurre a dos vicios que no la harán tanto daño como le hizo otro, el amor, esa maldita droga de la que no ha conseguido desengancharse aún y cada vez es menor la esperanza que la anima a cambiar ese pensamiento. Nadie llena su vacío y eso la preocupa, pues siempre fue una chica curiosa, alegre y observadora que quería quitar los interrogantes que rodeaban su vida y cambiarlos por respuestas contundentes y lógicas, pero esta vez no pudo. No encontró un porqué y eso la mata lentamente... Mira la botella, solo queda un culín de alcohol, migajas como las de su amor, y se lo bebe de golpe, sin miramientos, sin ver el peligro. Otra calada al cigarro y el humo le hace verlo todo más confuso que de costumbre. Una noche es una noche, y yo hoy solo quiero olvidar... Justo en ese momento, abre los ojos y se los restriega haciendo que el rímel se le corra aún más, quiere que desaparezca ese color rojizo de su mirada, desea ser fuerte, intenta ponerse en pie pero sus piernas no reaccionan, están tan paralizadas como aquel día en que escuchó un "ya no te quiero". Se derrumba nuevamente y decide que esta noche no se levantará, se limitará a dormir con la tristeza y a ser arropada por la soledad, mientras piensa que mañana será otro día y que quizás tenga ganas de sonreír, pero ahora no... hoy no.

La perdí


"La perdí" se repetía constantemente mientras se tapaba la cara con sus manos evitando dejar a la vista aquellas lágrimas sinceras y, como él, impregnadas de amor, que se deslizaban por sus mejillas. Le escocían los ojos de tanto restregárselos con el objetivo de borrar la tristeza de su mirada, pero esta aún perduraba en su corazón. Se dejó caer lentamente desde el borde de la cama hasta el suelo, donde se sentó temeroso, abrazando sus rodillas, sintiéndose más pequeño que nunca y recordando lo que vivió a su lado. Se acordaba de esa chica que desde el primer momento le trató de una forma especial, distinta al resto, de esa sonrisa que siempre le tenía preparada sin importar si ella estaba bien o no, lo único que quería era alegrarle la vida a él, de las palabras adecuadas que tenía preparadas para cada momento, esas que eran justo las que él necesitaba escuchar. Y es que ella... ella le entregó su ser durante el tiempo que el destino les permitió. Ella, una chica sencilla y entregada a él, no le quitaba la mirada en ningún momento porque su vida giraba en torno a él, pero el tiempo y las circunstancias hicieron que todo cambiara. Ella seguía con la ilusión en su corazón de que él, por una vez desde que le conocía, diera un paso al frente lleno de coraje y valor y fuera a buscarla, que la prometiera que nunca se iría de su lado y que se dieran una oportunidad. Y mientras pasaban las estaciones, mientras corría el reloj y avanzaba presto el minutero, ese momento no llegaba. Al contrario, todo se iba desvaneciendo y la distancia, poco a poco, acabó con ellos. Desde entonces, él se maldice por no haberse atrevido a luchar por esa persona especial que se lo mereció como ninguna otra, porque aunque lo haya intentado, ninguna otra mujer ha podido hacerle olvidar cada gesto, cada caricia, cada acercamiento, cada conversación, cada mirada, cada razón por la que sonreír. Y se lamenta pensando que ella estará con alguien que la haga todo lo feliz que él no supo, pero, lo que él no sabe es que esa chica del pasado le tiene muy presente. Ella también piensa en él, ella también se acuerda de él, en su mente y en su corazón sigue estando él. Pero como siempre, el tren pasará y ninguno de los dos se atreverá a cogerlo. Porque ellos tienen algo que les separa, la distancia, pero también tienen algo que les une y que es más fuerte, el miedo.

sábado, 17 de marzo de 2012

Esta noche

Hoy olvidaré quién quieren que sea. Hoy seré yo en mi más puro estado. Bailaré al son de la música, tratando de ser lo menos correcta y formal posible, dejaré que mi cintura siga a mis pies y que mi cabeza les acompañe. Esta noche quiero borrar de mi mente todas las preocupaciones para así no pensar. Disfrutaré cada paso que dé y si me equivoco, pues me equivocaré. Me da igual. Quiero sentir la poca libertad que se puede tener una noche de estas.
 
Quiero clavarte la mirada en tus pupilas y que te sientas tan atraído que no puedas evitar seguirme. Ábrete paso entre la gente, sigue mis huellas, busca mi sonrisa, para después encontrarme. No te arrepentirás. Lo pasaremos bien. Lo que sucederá no lo sabe nadie; lo que sí se sabe es qué quiero que ocurra. Olvídate de ser correcto. Esta noche no. Quiero que seas mío durante unos minutos. Quiero experimentar nuevas sensaciones, y te he eligido a ti; aprovéchalo. No me hables del tiempo, ni de fútbol, ni de trabajo, ni de estudios... esta noche no. Conquístame y haz que me vuelva loca por ti. Que cada vez que te alejes de mi lado, sienta la necesidad de ir a buscarte. Disfrutemos de una noche como esta donde no hay sitio para el remordimiento ni para el qué dirán. Me da igual el mundo, quiero sentirme viva. Besémonos hasta que nos duelan los labios, riámonos de los que nos miran con sentimiento de rechazo ante lo que hacemos, bailemos pegados sintiéndonos el uno al otro, hablémonos al oído para que nadie escuche cómo se alcanza la felicidad. Que la busquen como yo te busqué a ti. Esta noche quiero que no acabe nunca. Esta noche no habrá nombres, ni rostros, ni siquiera recuerdos, tampoco habrá lamentaciones ni miedo. Esta noche solo habrá ganas, y con eso es más que suficiente. Me gustaría hacer todo aquello que la última vez no hice. 1,2,3... qué importa el número. Hablo de sensaciones y, concretamente, de una que todos necesitamos: sentirnos especiales. Esta noche quiero bailar hasta que me duelan los pies. Quiero mi espacio. Hoy habrá todo eso y más. Que ¿por qué lo sé?. Porque me lo merezco. Esta noche no acabará nunca. Esta noche...

viernes, 9 de marzo de 2012

Missing you

Da pena. Es triste darse cuenta de la realidad. Despertar. Es curioso cómo pasamos de ser algo a no ser nada. Me entristece recordar tus palabras del tipo "seguiremos estando en contacto pase lo que pase", "puedes contarme lo que quieras", "confía en mí", y que de eso ya solo quede un leve eco que va perdiendo fuerza según avanza el reloj. Esas palabras se perdieron, se esfumaron, como cada mirada que te regalé, como cada caricia que te di, como cada sonrisa que te saqué, como nosotros... Todo se evaporó. Y me pregunto... ¿Dónde quedan todos esos "te quiero" que no nos dijimos? ¿Dónde se esconden todos esos sentimientos? ¿Qué hay tras esta historia? ¿Qué queda? ¿Qué fue real y qué no?. Y como siempre, prisionera de mi propios pensamientos, encerrada en un bucle sin salida, oscuro y frío. Me asusta. Aunque más miedo me da pensar que tú no te acuerdes de mí, que me hayas borrado, que me hayas sacado de tu mente y que ni siquiera te preguntes qué será de mí, si estaré bien, si soy feliz, si te echo de menos... Obvio que te echo de menos. Un amor vivo de dos años y el mismo amor muerto un año después, tratando de ser olvidado... Díficil, muy complicado, rozando el límite de lo imposible. 

¿Sabes? Te diría muchas cosas si te tuviera cerca. Por ejemplo, te diría que aunque en tu último cumpleaños no te felicité fue por orgullo, porque me aprendí esa fecha mejor que la mía propia, y ese día, en tu día, yo no paraba de pensar en ti y solo deseaba que lo estuvieras pasando bien, por ti y por mí, por aquel pudo ser y no fue, porque te lo mereces. También me gustaría decirte que aunque no te hable, aunque no te vea, aunque parezca que me he olvidado de ti, te sigo teniendo presente. Mucho. Te diría que aún, varias noches, me tumbo bocarriba, pensativa, y me pongo a recordar todo lo que un día fuimos, y las lágrimas se pelean con las sonrisas porque no sé si sonreír o llorar. Te confesaría que si vinieras, no me atrevería a dejarte marchar. Te suplicaría que te arriesgaras, que solamente probáramos si esto funciona o no. Simplemente eso. Disfrutar de una experiencia única que solo tú y yo podríamos tener de una manera tan mágica. Además, te llamaría a menudo para decirte que te quiero, por todas las anteriores veces en las que no lo hice. Te daría espacio, hasta mi propia vida te daría si la necesitaras. Lo daría todo por ti y para ti. Mi mayor objetivo en la vida sería hacerte feliz cada mañana. Y así, hasta que esto se acabara, si es que algún día lo hiciera.

Lamentablemente, eso no pasará. Porque, aunque muchos me tachen de negativa, pienso que una vez que las cosas se estropean, ya nada vuelve a ser igual. Porque cuando algo cambia, ya nunca vuelve a ser como antes. Porque estamos enamorados de recuerdos, y eso es una falsa ilusión. Porque si la vida decidió que estuviéramos separados, por algo sería. Porque con pensar que tú eres feliz así, me basta. Porque sí, porque me importas aunque no lo demuestre...

martes, 28 de febrero de 2012

Tus ojos verdes

No puedo aguantarte la mirada. Me controla, me domina, me puede, me supera, me sonroja, me intimida... me encanta. Que miro tus ojos verdes y siento que me da un vuelco el corazón y, para evitarlo, intento desviar la mirada, aunque esta se queda petrificada contemplando tu perfecta sonrisa... y esos labios, y esa boca, y esos dientes color perla perfectamente alineados. Que tienes ese rostro angelical con el que querría amanecer cada mañana de mi vida. Quizás sea pronto para decirlo, pero mejor pronto que tarde o. al menos. eso dicen. 


Te deseo como un niño puede desear el juguete más grande del escaparate. Y la verdad es que soy completamente feliz cuando te veo llegar hacia donde yo estoy, cuando estás a mi lado, cuando paso cerca tuya y tu fragancia invade mi sentido olfativo... cuando te siento. "Sentir"... qué verbo tan complejo. Yo siento, tú sientes, ella siente, ¿nosotros sentimos?. Si pudiera demostrarte lo que pienso en ti, lo que me importas, lo que te deseo, lo feliz que te haría si puediera estar contigo, aunque sea una tarde, una noche, un día, dos, tres... o años. Qué bonito sería... ¿lo imaginas?. Yo lo hago involuntariamente cada vez que te contemplo en silencio, justo cuando tú te evades de tu mundo y yo me sumerjo en él, justo ahí...

jueves, 2 de febrero de 2012

Que se pare el mundo que yo me bajo

Sin fuerzas. Sin  ganas. Sin ilusión. Sin esperanza. Abatida. Dolida. Decepcionada. Triste. Ausente. Perdida. Melancólica. Cansada. 



Cuando detrás de tanto esfuerzo no queda ninguna recompensa, cuando ves que las cosas son injustas y que no tienes lo que te mereces... Cuando intentas hacer como si nada pasara y confías en que las cosas saldrán bien tarde o temprano, pero no, no salen bien.... Cuando estás a punto de derrumbarte, de desvanecerte sobre la mesa, cuando no puedes soportar más el peso de la desesperanza sobre tus hombros, te dicen algo que te duele aún más... Cuando no saben nada realmente sobre lo que te ocurre, pero piensan que sí y hablan por hablar... palabras que carecen de importancia pero que hieren debido a tus pocas defensas,  a tu pésimo estado de ánimo...Cuando ves que pasan los días lentos, cuando quieres que todo se acabe, cuando ves que ese final cada vez está más lejos por muchas horas que pasen... Cuando ves injusticias y no puedes decir nada porque saldrás perdiendo.... Cuando querrías explotar diciendo lo que llevas callando tanto tiempo, pero te limitas a dar un puñetazo al mueble... Cuando te gustaría escaparte de esta rutina que te está matando lentamente, pero no puedes... Cuando finges estar bien para no preocupar a la gente cambiando tu más sincera lágrima por tu más falsa sonrisa para no hacerles daño, ese daño que te haces a ti misma y que duele el doble, pero no, tranquilos, no pasa nada, estoy bien.

La misma historia, la misma gente, la misma rutina... Siempre lo mismo y no puedo hacer nada por cambiarlo.

No me quedan ganas ni fuerzas ni esperanza... Hoy no.

sábado, 28 de enero de 2012

Despertar a tu lado


Buenos días, amor. Te susurraría cada amanecer que despertases a mi lado, justo cuando los primeros rayos de sol de la mañana se asomen curiosos entre las cortinas, dando a conocer tu figura, iluminando tu rostro angelical... Te miraría anonadada viviendo un sueño que se ha hecho realidad.
Tú, descansando sobre la cama tras una noche de amor, lanzarías el primer suspiro acompañado de un ligero movimiento como anticipo al despertar. Me acercaría sigilosamente a ti y te besaría suavemente... Despertarías, me mirarías a los ojos y me dirías: Buenos días, princesa. Me recostaría sobre tu pecho mientras me proteges del mundo exterior rodeándome con tus brazos... Recordaríamos la mejor noche de nuestra vida, sí, NUESTRA, y reiríamos como niños. Me harías cosquillas, provocarías en mí un estallido de felicidad, te mordería el cuello a modo de venganza pero, finalmente me abrazarías para retenerme y yo no pondría resistencia alguna. Así, despertaríamos del mismo modo en que nos dormimos, abrazados.

Y así cada vez que pudiese despertar junto a ti...Sería bonito ¿no?

jueves, 26 de enero de 2012

Un inalcanzable

No dices nada y lo dices todo. No expresas nada pero lo expresas todo. No haces nada pero lo haces todo. No siento nada pero lo siento todo...

Nunca podré confesarte que se me desboca el alma cuando te veo, que el corazón me da un vuelco y parece dispararse, que me tiemblan las piernas, aflojándoseme el cuerpo, entregándose, dejándose hacer... Que te miro y no puedo evitar sonreír como si no hubiera mañana. Que solo con escuchar el sonido de tu voz se me eriza el bello y me entra un escalofrío que se entremezcla con el calor que desprende mi interior. Que te miro a los ojos y puedo ver lo más profundo de tu alma, esa que me gusta casi más que tu cuerpo... Que reimos juntos y me siento como en casa. Que contigo soy feliz. Que tu sola presencia provoca una sensación de bienestar que ni el mejor de los dulces podría causarme. Te deseo tanto...


Ojalá, una noche de esas, de camino a casa, pueda cogerte de la mano y escapar contigo a un mundo de libertad y fantasía. Porque sueño con rozar tus labios y con decirte que estoy aquí, cuando quieras y para lo que quieras. Porque eres más que un capricho, eres más que una tentación... eres un inalcanzable y eso me gusta más. Desatas mi locura. Mis pensamientos se van contigo en cuanto me descuido. Me traes de cabeza. Me haces recordar y revivir tantas cosas... Y tú, ajeno a mi melancólica mente y a mi desenfrenado corazón, continuas con tu paso, como si nada... 
No sé si habrás notado algo. Yo ya lo he notado todo.

jueves, 5 de enero de 2012

Pff

Sentir que la vida está intentado arrancarte ese recuerdo, pero no puede. Imposible. Siempre queda algo, ese algo peligroso que te hace recaer, una y otra vez. Y recordar. Y maldecirte. Y replanteártelo todo. Piensas: error. Sientes: peor aún. Y sabes que no hay vuelta atrás... Recuerdas todo lo que has vivido, por lo que has pasado, lo que has soñado, lo que has sentido, cómo has sido y cómo fue... cada imagen, cada palabra, cada sonrisa, cada gesto, cada mirada está grabada en tu memoria a fuego lento. Es imborrable. No puedes evitarlo y te da igual si los dos lo sentisteis, si fue solo un sueño tuyo o si, en realidad, él nunca se fijó en ti como tú pensabas. Nada de eso te importa. Lo único que te duele es que por muchos años que pasen, aunque la vida te ponga en el camino a cientos de personas más, sepas que no hay nadie como él. Quizá él tenía tus características pero no era tú. Quizá él también tenía tus perfecciones pero no tenía tus defectos. Tal vez, por eso solamente no pude llegar a sentir como sentí por ti. Eres tan único y tan especial... tan... Pff. Y la emoción se apodera de ti. No puedes controlar tus sentimientos y tus ojos se humeden mientras sientes que tu interior se hace más pequeño y que en tu garganta se forja un nudo que te impide tragar saliva con facilidad. Y no sabes qué hacer. Solo desearías volver atrás, y no para evitar enamorarte de él, sino para volver a ver su mirada otra vez... Esa mirada que tenía cuando fijaba sus ojos en los tuyos, cuando pasaba por tu lado rozándote, se giraba y sonreía mientras se alejaba. Daba igual lo lejos que se fuera, tú lo seguías sientiendo cerca. Pero ahora, por más que lo intentes, es todo lo contrario. Puede estar cerca, incluso detrás tuya pero lo sientes lejos... Duele. Quema. Rabia. Desilusiona. 


Te juro que lo he intentado y que lo intento, pero siempre hay algo que me recuerda a ti y siento que tropiezo con la misma piedra 1,2,3.........1000 veces y no avanzo. No sé qué coño tienes pero mi corazón sigue bloqueado desde que te conocí y no deja entrar a nadie más. Y ¿sabes qué?. El único por el creo que me ha merecido la pena sufrir es por ti, porque de ti he aprendido lo inaprendible. En tus brazos he sabido quién soy.

Tú se feliz, eso es lo único que importa cuando de verdad quieres alguien. 
De mí no te preocupes... será cuestión de tiempo.

martes, 3 de enero de 2012

Liberté

Ansias de libertad...

 
Volar. Escapar. Huir. Marchar. Dejar atrás. Mantener ese vuelo durante el tiempo que sea necesario porque cada día que pasa, voy conociéndome un poco más y voy sabiendo qué es lo que estoy queriendo en cada momento. Y ahora, ¿qué me apetece?. Quiero salir de estas cuatro paredes que acorralan mis deseos. Quiero coger el primer camino recto y andar por él sin saber hacia dónde. Quiero reirme de cada obstáculo que se ponga en medio de mi meta. Me voy a liar cada lágrima que he derramado y me la voy a fumar sentada en la calle del Presente. Quiero que sea aquí y ahora lo único que me preocupe de verdad. Quiero ser yo. Quiero hacer lo que me de la gana sin dar explicaciones, sin remordimientos, sin conciencia. Quiero vivir de un modo diferente a como lo llevo haciendo hasta ahora. Quiero gritar para que me escuche mi yo del pasado y vea el resultado de lo que un día fui. Quiero beberme cada uno de los besos que no te di y quitarme esos recuerdos que siempre llevo metidos en el bolsillo de mi chaqueta preferida. Intentaré liberarme de las cadenas del pasado y romperé las esposas del temor. Pegaré una tirita a cada cicatriz. Pondré celofán a mi corazón hasta que quede entero de nuevo. Amordazaré a mis pensamientos. Me dejaré llevar. Hoy quiero ser libre de verdad. Voy a vivir mi vida, y si me equivoco me equivocaré viviendo. Y aprenderé y si no, volveré a equivocarme. Cometeré errores, y ¿qué? ¿quién es perfecto?. No consentiré que dirijan mi vida. Formarán parte de ella los que siempre me han demostrado valer la pena. Estaré feliz conmigo misma, y lo haré por mí. Voy a ser un poco más egoísta... al fin y al cabo, si la vida te quiere dar por culo, lo hará seas como seas. VIVIR, SENTIR, DISFRUTAR. Here and now. Esos es lo que por ahora me importa.

lunes, 2 de enero de 2012

Desenfreno


Agárrame por la cintura. Empótrame contra la pared. Quiero sentir tu mirada clavándose en la mía. Juega con tus manos en los rincones más íntimos de mi cuerpo y busca el botón mágico que te abra las puertas al paraíso. Muérdeme el cuello. Quiero sentir tu aliento en mi oído y dejar mis huellas dactilares en tu espalda marcadas. Esta noche no quiero desvestirte, quiero arrancarte la ropa y recorrer tu cuerpo con la punta de mi lengua. Quiero arrodillarme y darte todo el placer que nadie te ha dado. Túmbate encima de mí y hazme mujer. Siénteme de la misma forma en la que yo te siento. Ahora no importa quiénes seamos. Dos personas amándose en una noche de invierno. Oscuridad. Silencio. Pasión. Desenfreno. Atrevimiento. Placer. Esta noche solo importa eso. No tenemos nombres, ni edad, ni prejuicios, ni problemas. Ahora no. 


Esta noche no haremos el amor, él nos hará.