Visitas

viernes, 30 de diciembre de 2011

Bye

De repente se acaba. Paf. Ya no queda nada. Se pone punto y final a una historia apenas comenzada en la que se habían depositado cientos de ilusiones, miles de sueños y millones de esperanzas. Se esfuman. Vuelan. Escapan. No están. Donde antes había un sentimiento positivo, queda uno negativo. El peor de los sentimientos. DECEPCIÓN. El más doloroso. El más sufrido. El más cruel. El más dañino. 



¿Cómo se deja de amar a alguien?. Algunos pensarán que eso ocurre y ya está, que otra persona entra en tu vida o que ya estaba dentro pero no la habías valorado lo suficiente y te hace cambiar. Te hace desenamorarte. Yo pienso que si ocurre eso es que realmente no amabas a la otra persona. Para mí son muy diferentes las palabras: AMAR y QUERER. Puede que me hayas querido, pero ¿amado?. No lo creo, lo siento. Para mí, el amor no funciona así. 
Amar es cuando no puedes pasar un minuto del día sin esa persona. Amar es sentir que se te derrumba el mundo cuando sientes que la pierdes o que la puedes perder. Amar es llorar por alguien. Amar es dar tu vida por esa persona. Amar es necesitarla hasta para respirar. Amar es no querer hacerla daño. Amar es querer verla feliz, porque ella es más importante que tú mismo. Amar es confiar. Amar es cumplir promesas. Amar es una palabra muy grande, que las personas emplean sin conocer su verdadero valor. 
Prefiero un te quiero sincero que un te amo falso.

¿Ahora qué se supone que se debe de hacer? ¿Qué haces cuando te sientes así? ¿Qué haces cuando sabes el culpable pero no el cómplice? ¿Qué haces cuando quieres respuestas y solo obtienes más y más preguntas? ¿Qué?. 

TIEMPO AL TIEMPO... eso es todo lo que puedo decir.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Lo mismo

La misma hora, el mismo lugar, un día de tantos, espero sentada a verte. Te observo, me fijo en cómo pasas por delante, bajas la rampa y con un rostro serio continúas tu camino... ¿Dónde irás? Me pregunto cuando mi mirada fijada en ti te nota en la lejanía ya. Y desapareces entre la niebla de este frío mes de diciembre. 


La misma hora, el mismo lugar, otro día de muchos, espero sentada a verte. Esta vez tú también me ves, el tiempo se detiene durante ese instante fugaz y eterno a la vez. Mi cuerpo, congelado por los nervios que tu presencia me impone, tiembla inseguro, tímido, dando muestra de mi más íntima personalidad. Me paro delante tuya, sonrío y te saludo... Tú, que te vas acercando por momentos, me devuelves la sonrisa, me miras a los ojos y siento que tu mirada me atraviesa hasta descubrir mi interior, lo más profundo de mis emociones y el mayor de los sentimientos que tengo hacia ti, te despides pasando tan cerca mía que no dejamos espacio ni para un simple y diminuto átomo ... Nuestros cuerpos rozan, podrías oír incluso el latir de mi corazón, y mientras sigo petrificada pienso en si debo girarme o no... 1,2,3 segundos de reflexión... Me giro y cuando creo que vas a desaparecer por esa esquina, te giras y nuestras miradas vuelven a chocar, provocando una chispa que podría prender fuego al mayor de los bosques. Continúas andando con la cabeza vuelta y yo acabo girándome del todo, esperando un respuesta de tus labios. Pero no oigo nada, solo silencio...        

sábado, 10 de diciembre de 2011

No sin ti

Lo último que quiero en esta vida es hacerte daño; borrarte esa sonrisa deslumbrante que tienes, humedecer tus ojos color chocolate, provocar que tu alegre espíritu se esconda temeroso... No soporto verte mal, de verdad que no. Noto cómo tiemblan tus labios, cómo hablas con un tono apagado impropio de ti y mi estómago se cierra con candado, un nudo se forja en mi garganta, inamovible, unas lágrimas al borde del precipio se posan en mis ojos tristes y mi cuerpo tiembla, asustado, quebradizo, pensando que puede llegar a perderte. ¿Cómo vivir sin ti? Ya me he acostumbrado a soñar contigo, a creer en ti, a ver tu belleza, a sentir el tacto de tus manos, a imaginar una vida a tu lado, a despertar pensando en ti, a sonreír contigo. Tú ocupas una gran parte de mi corazón. 
Sin ti no puedo continuar, no quiero continuar. Te necesito a mi lado, hoy y muchos días más porque TE QUIERO.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Estúpida

Seguramente, alguna vez en tu vida, como mínimo, te habrás sentido una estúpida. Y no me refiero a estúpida por no saber resolver un ejercicio, o por no entender la lección, sino a algo peor, estúpida por creer, confiar o sentir por alguien.

Estúpida por sentirme mal pensando que hacía daño a una persona a la que yo ni le importaba.
Estúpida por callarme cosas que me encantaría decir, y así, liberar mis sentimientos.
Estúpida por dar cariño a esos que no lo merecían, o que no me lo devolvían de igual modo.
Estúpida por creer que podría seguir mantiendo el contacto con personas que un día, la vida me obligó a dejar a un lado.
Estúpida por hacer que no me importa lo que has hecho, el daño que has causado a mí y a los míos.
Estúpida por hacer estupideces.
Estúpida por no darme cuenta de la realidad.
Estúpida por tener esa mínima esperanza de que algún día, estemos tan bien como antes.
Estúpida por pensar que después de algo tan grande como el amor, puede quedar una amistad.
Estúpida por no saber elegir nunca bien.
Estúpida por darle importancia a cosas que no la tenían, y por obviar la necesidad de otras.
Estúpida por tener a alguien que me ama y no ser capaz de amarle.
Estúpida por fingir ante los demás y por llorar a escondidas.
Estúpida por aguantarme el dolor para ver a los que se preocupan por mí, felices.
Estúpida por seguir recordando el pasado.
Estúpida por mil cosas más.



Volveré a cometer más estupideces, puede que vuelva a cometer estas mismas, pero haciéndolo obtendré experiencia. Aprenderé lecciones sobre la vida, que son las más importantes porque nadie te las enseña, eres tú la que las tiene que aprender. El único consuelo que me queda es que: detrás de todo estúpido, hay un valiente.