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lunes, 27 de julio de 2015

Cotilleo sobre "el error que jamás cometí"

Pues después de 6 años con la duda de si el tío al que le dediqué cientos de entradas en mi blog había sentido algo por mí, decidí mandarle un word, contándole todo lo que necesitaba y ¿sabéis cuál fue la respuesta? (además de escueta, ¡la madre que le parió!), que esas cosas que yo había visto, sentido... eran mías, personales, que no tenían nada que ver con su intención.

Desde aquí, hago un llamamiento al valor de todos aquellos que durante mucho tiempo dudamos. Por favor, nos podemos ahorrar mucho sufrimiento si despejamos las dudas antes. Más coraje y menos miedos, que luego nos jodemos a nosotros mismos. 

Además, quería deciros que actualmente sigo viéndole, cada X meses, seguimos hablando como si no hubiera pasado nada (aunque el jodío está más sonriente, más amable y más suelto ¡a buenas horas!) pero que me siento muy orgullosa porque se cerró ese capítulo de mi vida, y aunque la inspiración se me ha jodido y ahora me cuesta más escribir (también creo que mis escritos son bastantes mejores), ya puedo ir a verle sin nervios, sin importarme si hablaremos mucho o poco, sin tensión ninguna, simplemente me dejo llevar teniendo las cosas claras, sabiendo cuál es el papel de cada uno y tirando de aquello que nos hace llevarnos bien. Es bonito encontrarme con el que fue durante años el amor de mi vida y no sentir más que un ligero cariño. Le miro y es como si estuviera paseando por mi ciudad, algo normal y cotidiano. Y los dos estamos más relajados y a la vez más seguros. 

De verdad, sed sinceros con ellos y sobre todo, sed sinceros con vosotros mismos. 

El tiempo que pasas sufriendo por una persona, puedes invertirlo en cuidarte a ti o en ilusionarte con otra. La vida es tan breve que no merece la pena invertir tiempo en incertidumbre.


¡Amad y sed amados!
 

sábado, 25 de julio de 2015

Como niños

 


Llegabas con tu sonrisa despeinada,
dibujando el arcoiris en mis pupilas.
Guardaba la vergüenza en el bolsillo
como si nada,
y buscaba la tuya en las mejillas [...]