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sábado, 31 de agosto de 2013

Mantente firme

Conseguí dejar de pensarte. Conseguí dejar de buscarte. Conseguí dejar de escribirte. Conseguí dejar hablarte. Conseguí dejar de soñarte. Conseguí dejar de amarte. Pero una sola pregunta hizo que algo se removiera en mi interior y desde entonces, que todo eso que había conseguido me diera vueltas por la cabeza y me dejara echa un lío, pensativa como siempre... Y cuando me pregunté si debia preocuparme por lo que una simple e inofensiva pregunta generó durante horas en mí, me di cuenta de que eso solo me demuestra que fue real, que fue sincero, que fue especial y que fue único. Que lo que me remueve por dentro es fruto de los recuerdos de lo que fue, de lo que fuimos... y que no hay que temer el enfrentarse a esta sensación. Los recuerdos siguen vivos en mí, pero el amor murió. El pasado está para aprender de él. Incluso, podemos detenernos un rato en él, jugar con cuidado y disfrutar de las cosas que nunca serán como antes, pero siempre con precaución, sin dejarse atrapar, sin parar de avanzar. Todo cambia. Todo está en continua transformación. Nosotros, los de antes, éramos distintos a todo, a todos, incluso a los que hoy somos. Ahora tú y yo. Dos personas. Dos. ¿Qué importa lo de antes?. Las cosas son como son. Ahora. Hoy. En el presente. Y eso es lo importante, al fin y al cabo. Así que, espero que tú también consiguieras todo lo que yo, si te hacía falta, porque si no es así, quizá si que debería preocuparme porque la respuesta a esa pregunta podría variar... Haznos un favor y mantente firme.

martes, 27 de agosto de 2013

Be your own hero

Mírate. Tienes toda una vida por delante para disfrutar y prefieres estar tirada en la cama comiéndote la cabeza por tonterías. Quizás ahora te parezcan un drama, pero cuando haya pasado un tiempo y eches la vista atrás, te darás cuenta de que perdiste el tiempo, que hiciste de un grano de arena una montaña y que humedeciste demasiadas noches en vano tu almohada. Entonces sonreirás y pensarás "qué idiota fui". Por eso, antes de que llegue ese momento, lávate la cara, obsérvate en el espejo y fuérzate a sonreír. Maravíllate con tu reflejo. La vida es breve, así que no te detengas en los momentos tristes, en las noches de soledad, en las palabra que no se dijeron, en las oportunidades perdidas ni en los recuerdos dañinos. Si quieres echar una mirada al pasado, perfecto. Detente en los instantes de felicidad que tuviste. Ríete a carcajadas con las estupideces que hiciste. Rememora los mejores días de tu vida. El pasado está para aprender de él, para permanecer allí durante un rato y al poco tiempo salir para no quedarse encerrado en él porque si te dejas atrapar te costará el triple volver al presente, y mucho más te costará conseguir un buen futuro. Fuera miedos, fuera complejos, fuera dudas. Ahora arréglate, ponte tus mejores galas o lo más sencillo que tengas, lo importante es tu actitud. Peínate. Sal a comerte el mundo. Nadie puede contigo aunque ahora lo dudes. Hay algo dentro de ti que te hace ser especial. Busca ese algo y explótalo. 
No necesitas un cuerpo diez,
ni un escotazo, ni un culo perfecto, 
tampoco unos ojos azules cristalinos 
ni un cabello largo y brillante. 
Necesitas ser tú, la mejor versión de ti.
Encontrarla y mostrársela al mundo. 
El día que te sepas valorar, el mundo empezará a respetarte. 
Ama el día a día,
ama la vida, ámate a ti.

Un anhelo constante

Algo puntual hace que la indiferencia se convierta en casi una obsesión. Él te elige entre la multitud y tú le eliges a él. De pronto os miráis como nunca y para siempre, de una forma especial; te das cuenta de que nada será igual. Algo se acciona dentro de ti, sabiendo que jamás te volverás a comportar con él de forma neutral. Te ha marcado. Fuerte. Rápido. Profundo. Casi sin querer, pero con la mayor de las intenciones. Surge la magia. La impulsividad y la paciencia, el riesgo y la prudencia, las ganas y el miedo, el deseo y el pavor, la seguridad y el temor, se compenetran como el día y la noche, como la luz y la oscuridad, como el fuego y el hielo, como el sol y la luna, como el cielo y el infierno. Todo cobra sentido cuando vuestras miradas se cruzan guidas por el deseo de encontrar lo que os hace feliz. Esa persona que consigue sacarte de golpe de la rutina, guiándote por el sendero de la curiosidad hasta el abismo de lo prohibido, de aquello que no está bien. Error. Mayor atracción aún. Lo deseas más que nunca. No sabes si te pone más su figura real o la idea abstracta de que no puedes poseerlo por mucho que quieras, por mucho que él quiera. Y el juego se empieza a hacer peligroso. La confusión, las dudas, el temor y la inseguridad se mezclan para intentar poner fin a algo que quizá nunca debió empezar. Pero hay algo entre los dos que no se puede frenar. Algo imparable os empuja a buscaros como si no hubiera mañana. Y el momento se hace íntimo. El entorno y el ambiente son los idóneos para la ocasión. El acercamiento inofensivo, el cariño manifiesto, las miradas declarativas, las sonrisas juguetonas y la palabrería intencionada os llevan a estar cerca el uno del otro. Muy cerca. Un poco más. A escasos centímetros de distancia. Y de nuevo el recuerdo de ese algo. Otra vez la maldita barrera que impide sobrepasar el límite. Os dais cuenta. Unos segundos dubitativos tras los que las miradas chispeantes se apagan hasta quedar fijadas en el suelo. Obligados y disimulando, os separáis sin apenas hacer ruido. Entonces os despedís, sin hablar, pues no os hace falta el lenguaje verbal para entenderos. Solo os miráis. Fijamente. Socabando el alma y descifrándola con facilidad. La puerta se cierra. Él, dentro, apoyado en ella. Tú, fuera, dejada caer sobre la misma. Un suspiro doble. Un pensamiento mutuo. Una resignación duradera. Una nostalgia eterna...



viernes, 23 de agosto de 2013

The change



¿Y si te digo que donde había el nerviosismo del que se ilusiona ya solo queda la tranquilidad del que asume?¿Y si te digo que donde había un secreto de dos ya solo queda una verdad pública? Y yo pregunto... ¿cómo es posible pasar de tanto a tan poco? ¿cúal es la forma de dar ese paso de casi todo a casi nada? Y es que, por raro que parezca, todo se esfumó. No sé qué fue lo que hizo que esto fuera así, pero lo agradezco porque con el paso del tiempo, cambié la tristeza por la felicidad, la nostalgia por la alegría, las noches en vela por eternas horas de descanso. Cambié el buscarte a cada minuto por el no pensarte en horas, el escribirte en persona por hacerlo en folios. Cambié llamarte por no pronunciar tu nombre siquiera. Cambié como cambia la vida, como cambian las cosas, como cambiamos las personas... por necesidad.