Visitas

sábado, 17 de marzo de 2012

Esta noche

Hoy olvidaré quién quieren que sea. Hoy seré yo en mi más puro estado. Bailaré al son de la música, tratando de ser lo menos correcta y formal posible, dejaré que mi cintura siga a mis pies y que mi cabeza les acompañe. Esta noche quiero borrar de mi mente todas las preocupaciones para así no pensar. Disfrutaré cada paso que dé y si me equivoco, pues me equivocaré. Me da igual. Quiero sentir la poca libertad que se puede tener una noche de estas.
 
Quiero clavarte la mirada en tus pupilas y que te sientas tan atraído que no puedas evitar seguirme. Ábrete paso entre la gente, sigue mis huellas, busca mi sonrisa, para después encontrarme. No te arrepentirás. Lo pasaremos bien. Lo que sucederá no lo sabe nadie; lo que sí se sabe es qué quiero que ocurra. Olvídate de ser correcto. Esta noche no. Quiero que seas mío durante unos minutos. Quiero experimentar nuevas sensaciones, y te he eligido a ti; aprovéchalo. No me hables del tiempo, ni de fútbol, ni de trabajo, ni de estudios... esta noche no. Conquístame y haz que me vuelva loca por ti. Que cada vez que te alejes de mi lado, sienta la necesidad de ir a buscarte. Disfrutemos de una noche como esta donde no hay sitio para el remordimiento ni para el qué dirán. Me da igual el mundo, quiero sentirme viva. Besémonos hasta que nos duelan los labios, riámonos de los que nos miran con sentimiento de rechazo ante lo que hacemos, bailemos pegados sintiéndonos el uno al otro, hablémonos al oído para que nadie escuche cómo se alcanza la felicidad. Que la busquen como yo te busqué a ti. Esta noche quiero que no acabe nunca. Esta noche no habrá nombres, ni rostros, ni siquiera recuerdos, tampoco habrá lamentaciones ni miedo. Esta noche solo habrá ganas, y con eso es más que suficiente. Me gustaría hacer todo aquello que la última vez no hice. 1,2,3... qué importa el número. Hablo de sensaciones y, concretamente, de una que todos necesitamos: sentirnos especiales. Esta noche quiero bailar hasta que me duelan los pies. Quiero mi espacio. Hoy habrá todo eso y más. Que ¿por qué lo sé?. Porque me lo merezco. Esta noche no acabará nunca. Esta noche...

viernes, 9 de marzo de 2012

Missing you

Da pena. Es triste darse cuenta de la realidad. Despertar. Es curioso cómo pasamos de ser algo a no ser nada. Me entristece recordar tus palabras del tipo "seguiremos estando en contacto pase lo que pase", "puedes contarme lo que quieras", "confía en mí", y que de eso ya solo quede un leve eco que va perdiendo fuerza según avanza el reloj. Esas palabras se perdieron, se esfumaron, como cada mirada que te regalé, como cada caricia que te di, como cada sonrisa que te saqué, como nosotros... Todo se evaporó. Y me pregunto... ¿Dónde quedan todos esos "te quiero" que no nos dijimos? ¿Dónde se esconden todos esos sentimientos? ¿Qué hay tras esta historia? ¿Qué queda? ¿Qué fue real y qué no?. Y como siempre, prisionera de mi propios pensamientos, encerrada en un bucle sin salida, oscuro y frío. Me asusta. Aunque más miedo me da pensar que tú no te acuerdes de mí, que me hayas borrado, que me hayas sacado de tu mente y que ni siquiera te preguntes qué será de mí, si estaré bien, si soy feliz, si te echo de menos... Obvio que te echo de menos. Un amor vivo de dos años y el mismo amor muerto un año después, tratando de ser olvidado... Díficil, muy complicado, rozando el límite de lo imposible. 

¿Sabes? Te diría muchas cosas si te tuviera cerca. Por ejemplo, te diría que aunque en tu último cumpleaños no te felicité fue por orgullo, porque me aprendí esa fecha mejor que la mía propia, y ese día, en tu día, yo no paraba de pensar en ti y solo deseaba que lo estuvieras pasando bien, por ti y por mí, por aquel pudo ser y no fue, porque te lo mereces. También me gustaría decirte que aunque no te hable, aunque no te vea, aunque parezca que me he olvidado de ti, te sigo teniendo presente. Mucho. Te diría que aún, varias noches, me tumbo bocarriba, pensativa, y me pongo a recordar todo lo que un día fuimos, y las lágrimas se pelean con las sonrisas porque no sé si sonreír o llorar. Te confesaría que si vinieras, no me atrevería a dejarte marchar. Te suplicaría que te arriesgaras, que solamente probáramos si esto funciona o no. Simplemente eso. Disfrutar de una experiencia única que solo tú y yo podríamos tener de una manera tan mágica. Además, te llamaría a menudo para decirte que te quiero, por todas las anteriores veces en las que no lo hice. Te daría espacio, hasta mi propia vida te daría si la necesitaras. Lo daría todo por ti y para ti. Mi mayor objetivo en la vida sería hacerte feliz cada mañana. Y así, hasta que esto se acabara, si es que algún día lo hiciera.

Lamentablemente, eso no pasará. Porque, aunque muchos me tachen de negativa, pienso que una vez que las cosas se estropean, ya nada vuelve a ser igual. Porque cuando algo cambia, ya nunca vuelve a ser como antes. Porque estamos enamorados de recuerdos, y eso es una falsa ilusión. Porque si la vida decidió que estuviéramos separados, por algo sería. Porque con pensar que tú eres feliz así, me basta. Porque sí, porque me importas aunque no lo demuestre...