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viernes, 10 de octubre de 2014

Entrevista de trabajo (fragmento de relato erótico)


-¿Considera que está preparada para este puesto? Es una joven inexperta.
-Póngame a prueba.
-Inexperta y descarada, ¿no cree?
-¿Acaso la publicidad no demanda descaro? Un buen producto debe entrar por los ojos -repasa sus labios de carmín y ajusta su blusa-. Si no lo consigue, debe ser más descarado -se suelta el pelo, cruza las piernas dejando entrever las medias negras que las visten y se desabrocha un botón de la camisa, luciendo un exuberante escote-. A continuación, debe entrar por el oído -desciende el tono de voz y lo endulza suavemente-; utilizar una voz sensual y cálida suele ser un punto a favor. Por último, un producto debe destacar sobre los demás -mira hacia el pasillo donde esperan su turno una mujer con vestimenta de los sesenta, con gafas y moño, un hombre al que el paso de los años le ha causado estragos, con la mirada baja, leyendo una revista de coches que jamás podrá comprar y por último, una chica aún más joven, pendiente del móvil y de su bolso rosa. Entonces le mira duramente y a continuación adopta una postura firme ante él-. Un publicista debe tener los valores de la agencia para la que trabaja. ¿Cree que alguno de ellos reúne las características? Míreme, señor Orlowski. Usted y yo nos compenetramos a la perfección. Soy todo lo que está buscando.
-¿Por qué está tan segura? ¿Qué sabe sobre mí?
-Sé que a los tipos ambiciosos como usted, director de la mejor agencia del país, sólo les interesa la excelencia. Corríjame si me equivoco, pero usted busca publicidad que engache, que llame la atención, que dé de qué hablar, que esté en boca de todos; quiere algo nuevo con la suficiente fuerza como para dejar a las demás agencias a ras del suelo. Señor Orlowski, su mejor anuncio soy yo.
-Adictivo, atractivo, descarado, nuevo y rompedor.
-Y placentero.
-¿Un anuncio placentero?
-¿Me va a negar el placer que siente cuando las tiene a su disposición?
-Y a usted, señorita Owen, dígame, ¿le gusta sentirse poderosa? ¿o prefiere estar a mi disposición?
-Contráteme y tendré el poder de estar a su disposición. Su agencia me necesita tanto como yo a ella. Formaremos un gran equipo.
-¿Y si le digo que ya tengo otra candidata que encaja mejor en esta empresa?
-De acuerdo, confórmese con peor calidad por miedo a probar algo que desconoce. Sé de mi condición y, tarde o temprano, dejará de tirarse a las ofertas para buscar algo que de verdad merezca la pena. Deseará un producto con otro tacto, con otro olor, con otro sabor, con otra apariencia. Entonces, se fijará en alguna de las agencias de publicidad que le están ganando la partida y me verá al mando de ella. Y me querrá para usted. Quizá sea demasiado tarde.
-Señorita Owen, ¿tiene usted pareja?
-No, señor. ¿Por qué lo pregunta?
-No quiero en mi empresa empleados que tengan la cabeza en las nubes y el corazón en otro lado. Si quiere trabajar aquí, se expone a estar disponible para mí las 24 horas del día. ¿Cree que será capaz? Es mucha presión para una chica de 23 años.
-Acepto el reto, señor Orlowski.
-Firme el contrato y mañana pasará a formar parte de mi empresa. No olvide que aquí mando yo.