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miércoles, 31 de diciembre de 2014

2014 intenso

Hoy sólo encuentro ojos nostálgicos y mensajes repletos de anhelos porque acaba el año. La gente se dedica a escribir sobre lo bien o lo mal que le ha ido, pidiendo que el 2015 les traiga cosas buenas, preocupados por con quién cenerán esta noche y qué menú poner. Podría contaros lo que ya habréis leido por ahí, eso de que el 2014 fue un gran año y que por increíble que parezca, el próximo será mejor. Y es cierto, mi año ha sido intenso a todos los niveles. Me ha traído un descubrimiento de mí misma del que sospechaba pero que, hasta el momento, no había constatado. Y es genial, sentirse así, libre, y sin embargo, permanecer calmada, pedaleando a favor del porvenir en vez de remando a contracorriente con el presente. Pero lo que yo venía a deciros es que, precisamente por el año tan increíble que he tenido, lo único que me queda para esta noche son más ganas de que llegue el año que viene. Y me da igual con quién cene hoy, qué programa típico televisen y qué personajes nos den las campanadas porque nada me gustaría más que comerte las uvas desde el inicio hasta el final de tu cuerpo, darte a beber mi jugo y exprimirnos la felicidad. Porque ya está bien de nostalgias. Esta noche se hizo para celebrar algo bueno y no hay nada mejor que estar a tu lado. Ya sabes que, a mí, las ganas de vivir se me bajan a la entrepierna.


viernes, 26 de diciembre de 2014

Primera publicación

No se me ocurre mejor forma de terminar el año que con la noticia que acabo de recibir. Después de presentarme a muchos concursos en estos últimos meses del año, al fin me van a publicar un poema en un libro. La antología llevará por nombre "Versos desde el corazón". Se sacarán, en un principio, 280 ejemplares. Os dejo información por si os interesa: http://www.diversidadliteraria.com/librer%C3%ADa/libros-concursos/versos-desde-el-coraz%C3%B3n/ 

De todos modos, si tenéis alguna duda: lyttakalem@gmail.com 



miércoles, 10 de diciembre de 2014

Sonrisa despeinada


 
Llegaste con tu sonrisa despeinada
dibujando el arcoiris en mis pupilas,
y te fuiste como si nada,
arrancándome la vergüenza de las mejillas.




Nach - Te vi pasar 


domingo, 7 de diciembre de 2014

Parada

Y tras una cruzada entre
el querer de los ojos de ella
y el no-poder de los de él,
el tren se detuvo en la parada.
Se bajó sin más equipaje
que la huella de carmín
posada en su mejilla.
Él la reclamaba desde abajo,
ella le rogaba desde arriba,
pero las circunstancias adoptaron
a ese amor de papel.
Sus sonrisas se despidieron
viendo cómo, lamentablemente,
se volvían a distanciar,
pero con el presentimiento
de que el destino las volvería a juntar,
en cualquier momento.

viernes, 5 de diciembre de 2014

Mariposas desorientadas


Ahora, él se halla surcando otros labios,
buscando otras pieles con las que pasar el invierno,
que ya le dura más de diez meses,
- el efecto invernadero del corazón
le causó estragos -,
yendo de flor en flor,
como un auténtico capullo,
gritando mentiras
y susurrando verdades.


Por el contrario, yo estoy en armonía
con el mundo que me rodea,
abrazando la chica tras el espejo,
besando mis cicatrices por vez primera,
mimando mis esperanzas,
luchando por mis sueños,
queriéndole un poco menos
para quererme un poco más,
dejando de echarle pulsos a mi biografía
para tenderle la mano al porvenir. 


A día de hoy, he de decir
que agradezco esta despedida,
sonriendo a cada una de tus imperfecciones
mientras agito la mano con dureza.
Me quedo con los grandes momentos vividos
y también con los malos,
no sea que estos insectos se pierdan otra vez
en tus pecas de chocolate
y tanto dulce se me vuelva a indigestar.

Triste sequía


Tal vez es a base de lamentos
y con el alma empapada, 
cayéndoseme la nostalgia de las pestañas,
cuando comprendo la necesidad
de salir a flote.

Tal vez no entiendo de sentimientos 
si no hay uno por dentro 
que desarma,
que rompe y atrapa, 
y hace que busque la salida
entre línea y línea.

Tal vez soy prisionera de la tristeza 
pues me parece un buen motivo
para liberarme
aquel por el que sufro cada día.

Tal vez consigo transmitir 
cuando palpo la ausencia 
y necesito encontrar otros cuerpos
que, como yo,
buscan en la poesía
el pegamento con el que unir
sus pedazos.

Tal vez ese don del que hablan 
no sea más que un espejismo
que me mantiene atada
de pies y corazón a unas manos
que sólo llegan a otras pieles
dañándose la suya propia.

Tal vez sea mi salvación, 
pero también mi condena.

Tal vez merezca la pena.

Tal vez no.

sábado, 29 de noviembre de 2014

Que no me falte

Que a mi día no le falte 
una mirada que cruzar,
una canción que escuchar
y un poema que leer.


jueves, 13 de noviembre de 2014

Soy aquella, esa, la que...

Soy esa que pone gesto indiferente durante la escena más romántica de la película, aunque por dentro esté bailándole el alma. Esa que no grita cuando discute porque sabe lo que dice. Esa que siempre busca complicidad en los ojos del otro. Aquella que, aunque tenga pareja, no puede evitar mirar de reojo cuando se le cruza el guapo de turno. Esa que se queda unos segundos en silencio buscando la forma sútil de decir las cosas. La que no estrecha lazos con las personas que dan rodeos y no saben lo que quieren. La que te saca la mejor sonrisa con una mentira y la peor lágrima con una verdad. Esa que cuando mira al tipo que le gusta, está pensando decenas de travesuras mientras le asiente. Aquella que siempre busca sacarle una sonrisa a las personas. Esa que camina por la calle erguida, con la vista al frente y el paso firme. La que pasa más tiempo escuchando que hablando. La que abraza sólo a quien es realmente importante para ella.  La misma que ve porno y lee poesía. Esa que renuncia a una noche de fiesta por quedarse hablando con alguien por internet. Aquella a la que le gustan tanto las playeras como los escotes. La que te pondrá a prueba hasta que pueda confiar en ti. Esa que sube el ego de quien lo tiene bajo y se lo baja al que lo tiene alto. Aquella que cede el protagonismo, pero que acabará destacando. La que disfruta el misterio y las cosas difíciles. Esa que se lanza a imposibles. Aquella que sólo necesita un "no" para comenzar la acción. La que controla la situación y se adueña de las circunstancias. Esa que halla paz cuando pasea por lugares solitarios y oscuros. Aquella que a veces teme estar reseca, emocionalmente hablando. La que es educada con quien lo sea. Aquella que respeta a quien la respete. Esa que cada día repasa la lección que tiene por título "no dar prioridad a quien te trata como opción". La que se acuerda a diario de tantas y tantas personas que han formado parte de su vida, pero con casi ninguna da un paso al frente. Aquella que tiene tanto amor como carácter. La que te besa con la misma fuerza que te aparta de su lado. Esa que te hablará de cien mil cosas, pero nunca de sus puntos emocionales débiles, si no eres alguien leal. La que hará de guía. Aquella que siempre busca lo mejor. Esa que disfruta colocando las cosas en su sitio. Aquella que fantasea cada minuto. La misma que será alguien importante el día de mañana. Esa que exagera y miente.




sábado, 1 de noviembre de 2014

Las lentes de la tristeza



No sé hasta qué punto es bueno
ver la vida con las lentes de la tristeza.
No me considero alguien triste,
pero me dan pena demasiadas cosas,
que no me hacen llorar sino
ir llenando los bolsillos de la ilusión
con decepciones y lamentos
por lo que, al final,
cuesta tanto caminar
por los senderos de la esperanza
con la chaqueta del desencanto,
que me quedo en la acera saludando
a distancia, al porvenir.
Es cierto que describir la belleza alegre
me es tan complicado
como mirarte sin sonreír,
quizá porque no le veo el atractivo
a las cosas buenas que suceden porque sí
y, sin embargo,
me parece esencial embellecer aquello
que nos hace la vida gris.
Tal vez, mi suerte sea
la de pintar con tinta rosa
el cielo de la existencia
y colorear los traumas
sin salirme de la línea,
aunque me resulte inevitable hacerlo
sin desteñir actitudes
con las que otros se llenan
pero que, a mí, tan sólo me vacían. 


viernes, 10 de octubre de 2014

Entrevista de trabajo (fragmento de relato erótico)


-¿Considera que está preparada para este puesto? Es una joven inexperta.
-Póngame a prueba.
-Inexperta y descarada, ¿no cree?
-¿Acaso la publicidad no demanda descaro? Un buen producto debe entrar por los ojos -repasa sus labios de carmín y ajusta su blusa-. Si no lo consigue, debe ser más descarado -se suelta el pelo, cruza las piernas dejando entrever las medias negras que las visten y se desabrocha un botón de la camisa, luciendo un exuberante escote-. A continuación, debe entrar por el oído -desciende el tono de voz y lo endulza suavemente-; utilizar una voz sensual y cálida suele ser un punto a favor. Por último, un producto debe destacar sobre los demás -mira hacia el pasillo donde esperan su turno una mujer con vestimenta de los sesenta, con gafas y moño, un hombre al que el paso de los años le ha causado estragos, con la mirada baja, leyendo una revista de coches que jamás podrá comprar y por último, una chica aún más joven, pendiente del móvil y de su bolso rosa. Entonces le mira duramente y a continuación adopta una postura firme ante él-. Un publicista debe tener los valores de la agencia para la que trabaja. ¿Cree que alguno de ellos reúne las características? Míreme, señor Orlowski. Usted y yo nos compenetramos a la perfección. Soy todo lo que está buscando.
-¿Por qué está tan segura? ¿Qué sabe sobre mí?
-Sé que a los tipos ambiciosos como usted, director de la mejor agencia del país, sólo les interesa la excelencia. Corríjame si me equivoco, pero usted busca publicidad que engache, que llame la atención, que dé de qué hablar, que esté en boca de todos; quiere algo nuevo con la suficiente fuerza como para dejar a las demás agencias a ras del suelo. Señor Orlowski, su mejor anuncio soy yo.
-Adictivo, atractivo, descarado, nuevo y rompedor.
-Y placentero.
-¿Un anuncio placentero?
-¿Me va a negar el placer que siente cuando las tiene a su disposición?
-Y a usted, señorita Owen, dígame, ¿le gusta sentirse poderosa? ¿o prefiere estar a mi disposición?
-Contráteme y tendré el poder de estar a su disposición. Su agencia me necesita tanto como yo a ella. Formaremos un gran equipo.
-¿Y si le digo que ya tengo otra candidata que encaja mejor en esta empresa?
-De acuerdo, confórmese con peor calidad por miedo a probar algo que desconoce. Sé de mi condición y, tarde o temprano, dejará de tirarse a las ofertas para buscar algo que de verdad merezca la pena. Deseará un producto con otro tacto, con otro olor, con otro sabor, con otra apariencia. Entonces, se fijará en alguna de las agencias de publicidad que le están ganando la partida y me verá al mando de ella. Y me querrá para usted. Quizá sea demasiado tarde.
-Señorita Owen, ¿tiene usted pareja?
-No, señor. ¿Por qué lo pregunta?
-No quiero en mi empresa empleados que tengan la cabeza en las nubes y el corazón en otro lado. Si quiere trabajar aquí, se expone a estar disponible para mí las 24 horas del día. ¿Cree que será capaz? Es mucha presión para una chica de 23 años.
-Acepto el reto, señor Orlowski.
-Firme el contrato y mañana pasará a formar parte de mi empresa. No olvide que aquí mando yo.