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jueves, 29 de enero de 2015

Kako M - Capitán de los piojos


Kako es rapero y psicólogo desde hace bastantes años. Le descubrí, como a casi todos los que cantan, en YouTube con su canción "Marionetas suicidas" y me encantó por todo lo que implicaba: rap distinto, original, nuevo, con otra intención en sus letras, otros ritmos, otras formas de hacer llegar. En seguida conecté con la música que subía y desde entonces he ido siguiendo todo lo que ha hecho. A partir de ahí, se me ocurrió seguirle por Twitter e intercambiamos un par de mensajes, donde, entre otras cosas, me dijo que era psicólogo y bueno, me dio ciertos consejos. De cualquier modo, Kako supone para mí una bocanada de aire fresco, así que no puedo evitar compartirlo con los que me leéis. Ojalá os haga pensar la mitad de lo que me hace pensar a mí con cada una de sus letras. La canción que más me gusta de él me la reservo durante un tiempo, para uno de esos días en los que la inspiración pase por mi calle pidiendo limosna. 

¡Disfrutadla!

sábado, 17 de enero de 2015

Salvavidas

Seguías la línea recta de mis puntos débiles
hasta detenerte frente a la puerta del dormitorio 
donde el amor nos hacía,
y me regalabas la peor de las muertes.

Tu decepción se extendía hasta mi pecho
y me estrujaba las entrañas.
El mar se te vaciaba de los ojos,
y me ahogabas en tu rechazo.
Tu cabeza negaba mi rostro
y éste se daba de cabezazos contra la pared.

Seguías tu rumbo, 
navengando a media ilusión.
Yo perseguía tu estela a nado,
pero por más que mi perdón corría,
nunca le tiraste aquel beso 
que nos salvara la vida.

 


jueves, 1 de enero de 2015

Héroe de la noche


 Cuando la preocupación me roba el sueño
y me pide de rescate una noche de insomnio,
traigo tu recuerdo al presente
y tu abrazo en mi cama es suficiente
para sacudirme los miedos de la garganta.
Me recoges en tu regazo
y, con un beso en la nuca, 
silencias mis pensamientos nocivos.
Tus sueños se enredan en mi pelo,
celosos de mis manos y tus dedos.
Y es justo en ese momento
cuando la calma traza sobre mis pestañas
un pacto con Morfeo, 
y me voy meciendo...
Con el eco de tu respiración como almohada,
lleno de suspiros el colchón, 
y entrego mi cuerpo a la noche
mientras mi alma,
sobresaltada por llegar tarde a nuestro encuentro,
vuela por encima de la imaginación
hasta vislumbrarte tras mis pesadillas,
abriéndote paso veloz. 
Y es que, estar dormidos
es sólo otra forma de estar juntos,
pero en un mundo distinto 
donde no hay límites,
donde, al fin, nos hacemos realidad.