Visitas

viernes, 30 de diciembre de 2011

Bye

De repente se acaba. Paf. Ya no queda nada. Se pone punto y final a una historia apenas comenzada en la que se habían depositado cientos de ilusiones, miles de sueños y millones de esperanzas. Se esfuman. Vuelan. Escapan. No están. Donde antes había un sentimiento positivo, queda uno negativo. El peor de los sentimientos. DECEPCIÓN. El más doloroso. El más sufrido. El más cruel. El más dañino. 



¿Cómo se deja de amar a alguien?. Algunos pensarán que eso ocurre y ya está, que otra persona entra en tu vida o que ya estaba dentro pero no la habías valorado lo suficiente y te hace cambiar. Te hace desenamorarte. Yo pienso que si ocurre eso es que realmente no amabas a la otra persona. Para mí son muy diferentes las palabras: AMAR y QUERER. Puede que me hayas querido, pero ¿amado?. No lo creo, lo siento. Para mí, el amor no funciona así. 
Amar es cuando no puedes pasar un minuto del día sin esa persona. Amar es sentir que se te derrumba el mundo cuando sientes que la pierdes o que la puedes perder. Amar es llorar por alguien. Amar es dar tu vida por esa persona. Amar es necesitarla hasta para respirar. Amar es no querer hacerla daño. Amar es querer verla feliz, porque ella es más importante que tú mismo. Amar es confiar. Amar es cumplir promesas. Amar es una palabra muy grande, que las personas emplean sin conocer su verdadero valor. 
Prefiero un te quiero sincero que un te amo falso.

¿Ahora qué se supone que se debe de hacer? ¿Qué haces cuando te sientes así? ¿Qué haces cuando sabes el culpable pero no el cómplice? ¿Qué haces cuando quieres respuestas y solo obtienes más y más preguntas? ¿Qué?. 

TIEMPO AL TIEMPO... eso es todo lo que puedo decir.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Lo mismo

La misma hora, el mismo lugar, un día de tantos, espero sentada a verte. Te observo, me fijo en cómo pasas por delante, bajas la rampa y con un rostro serio continúas tu camino... ¿Dónde irás? Me pregunto cuando mi mirada fijada en ti te nota en la lejanía ya. Y desapareces entre la niebla de este frío mes de diciembre. 


La misma hora, el mismo lugar, otro día de muchos, espero sentada a verte. Esta vez tú también me ves, el tiempo se detiene durante ese instante fugaz y eterno a la vez. Mi cuerpo, congelado por los nervios que tu presencia me impone, tiembla inseguro, tímido, dando muestra de mi más íntima personalidad. Me paro delante tuya, sonrío y te saludo... Tú, que te vas acercando por momentos, me devuelves la sonrisa, me miras a los ojos y siento que tu mirada me atraviesa hasta descubrir mi interior, lo más profundo de mis emociones y el mayor de los sentimientos que tengo hacia ti, te despides pasando tan cerca mía que no dejamos espacio ni para un simple y diminuto átomo ... Nuestros cuerpos rozan, podrías oír incluso el latir de mi corazón, y mientras sigo petrificada pienso en si debo girarme o no... 1,2,3 segundos de reflexión... Me giro y cuando creo que vas a desaparecer por esa esquina, te giras y nuestras miradas vuelven a chocar, provocando una chispa que podría prender fuego al mayor de los bosques. Continúas andando con la cabeza vuelta y yo acabo girándome del todo, esperando un respuesta de tus labios. Pero no oigo nada, solo silencio...        

sábado, 10 de diciembre de 2011

No sin ti

Lo último que quiero en esta vida es hacerte daño; borrarte esa sonrisa deslumbrante que tienes, humedecer tus ojos color chocolate, provocar que tu alegre espíritu se esconda temeroso... No soporto verte mal, de verdad que no. Noto cómo tiemblan tus labios, cómo hablas con un tono apagado impropio de ti y mi estómago se cierra con candado, un nudo se forja en mi garganta, inamovible, unas lágrimas al borde del precipio se posan en mis ojos tristes y mi cuerpo tiembla, asustado, quebradizo, pensando que puede llegar a perderte. ¿Cómo vivir sin ti? Ya me he acostumbrado a soñar contigo, a creer en ti, a ver tu belleza, a sentir el tacto de tus manos, a imaginar una vida a tu lado, a despertar pensando en ti, a sonreír contigo. Tú ocupas una gran parte de mi corazón. 
Sin ti no puedo continuar, no quiero continuar. Te necesito a mi lado, hoy y muchos días más porque TE QUIERO.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Estúpida

Seguramente, alguna vez en tu vida, como mínimo, te habrás sentido una estúpida. Y no me refiero a estúpida por no saber resolver un ejercicio, o por no entender la lección, sino a algo peor, estúpida por creer, confiar o sentir por alguien.

Estúpida por sentirme mal pensando que hacía daño a una persona a la que yo ni le importaba.
Estúpida por callarme cosas que me encantaría decir, y así, liberar mis sentimientos.
Estúpida por dar cariño a esos que no lo merecían, o que no me lo devolvían de igual modo.
Estúpida por creer que podría seguir mantiendo el contacto con personas que un día, la vida me obligó a dejar a un lado.
Estúpida por hacer que no me importa lo que has hecho, el daño que has causado a mí y a los míos.
Estúpida por hacer estupideces.
Estúpida por no darme cuenta de la realidad.
Estúpida por tener esa mínima esperanza de que algún día, estemos tan bien como antes.
Estúpida por pensar que después de algo tan grande como el amor, puede quedar una amistad.
Estúpida por no saber elegir nunca bien.
Estúpida por darle importancia a cosas que no la tenían, y por obviar la necesidad de otras.
Estúpida por tener a alguien que me ama y no ser capaz de amarle.
Estúpida por fingir ante los demás y por llorar a escondidas.
Estúpida por aguantarme el dolor para ver a los que se preocupan por mí, felices.
Estúpida por seguir recordando el pasado.
Estúpida por mil cosas más.



Volveré a cometer más estupideces, puede que vuelva a cometer estas mismas, pero haciéndolo obtendré experiencia. Aprenderé lecciones sobre la vida, que son las más importantes porque nadie te las enseña, eres tú la que las tiene que aprender. El único consuelo que me queda es que: detrás de todo estúpido, hay un valiente.

domingo, 20 de noviembre de 2011

¿Recuerdas?

Pienso en todo lo que fuimos y el recuerdo me abruma. ¿Recuerdas cómo comenzó todo?. Tú no sabías ni cómo me llamaba y yo ya presentía que me iba a enamorar de ti. Tal vez fue por tu peculiar forma de vestir, por tu segura manera de andar, por tu esbelto cuerpo, por tu angelical rostro, por tu tímida sonrisa, por tu viril nariz o por tu profunda mirada. Quizás fue el sonido de tu voz cuando tus labios pronunciaron mi nombre por primera vez o la atmósfera de bienestar que creaba tu sola presencia. Además, tu dulce olor y tus palabras contribuían a que me enamorara de ti. Y cada día más sentía esas ganas de levantarme de la cama, salir corriendo por la puerta y encontrarme contigo. Un "hola" salido de tu boca provocaba en la mía un tartamudeo que me hacía fracasar en mi intento de devolvértelo, así que me limitaba a sonreír. Y fue con esas sonrisas, que cada vez se descubrían con mayor claridad y brillantez, cuando tú comenzaste a fijarte en mí. Sabías quién era, qué hacía y qué tenía. A lo mejor, hasta aquel día en aquel lugar y en aquel momento no te diste cuenta de hasta dónde había llegado nuestra relación. La confianza nació allí, y con ella los encuentros de nuestras miradas, el roce de nuestros cuerpos, los abrazos de nuestras palabras y el acercamiento de nuestros corazones. Luego fue todo rodado. Unos años fantásticos donde la tristeza brillaba por su ausencia. Los días grises no existían porque siempre acababas dándome tu apoyo. Siempre te mostraste encantador conmigo, y eso te fue conviertiendo en mi mayor debilidad. Ya me viste, un chica tan independiente y fuerte, que dependía de ti para sobrevivir. Así pasó... Cuando me tuve que alejar de ti puse en una balanza el valor de mi "nueva" vida y apenas se movió. Y la tristeza iba invadiendo todos los rincones de mi corazón que la felicidad había ocupado antaño. La llegada del otoño, la caída de las hojas, y con ella, la caída de mi mirada. Apagada, triste, deambulante, seria, recorría todos los días mi estúpida monotonía. De vez en cuando, iba a verte pero ¿eso me ayudaba?. Solo me recordaba lo que me dolía la distancia. Pero más me dolía aún sentir que ese sentimiento seguía existiendo pero no se podía hacer nada con él. 
Ahora, después de estos años, me conformo con encontrarme contigo, preguntarte cómo te va todo, qué es de tu vida y averiguar si has encontrado a alguien. A ese alguien que te quiera la mitad de lo que yo lo hice, para asegurarme de que eres feliz, y así poder serlo yo también. Un par de coca-colas, un par de personas, un par de corazones. Una cirscunstancia. Una amistad.

viernes, 18 de noviembre de 2011

La mayor droga

Tú, que vienes hacia mí como un chiquillo, con esa energía inagotable, esa adrenalina, esa ignorancia, esa timidez y esa alegría. Tú, que me haces sentir viva. Tú, que te metes dentro de mí y lo desordenas todo a tu gusto. Tú, que no ves el peligro, que te maravillas con cualquier gesto o mirada. Tú, que rompes barreras y saltas normas. Tú, que vives al máximo, que disfrutas, que te asombras al ver tu propia belleza. Tú, que no envidias a ningún otro, pues eres el más bonito de sentir. Tú, frágil arma de doble filo. Tú, que en tus días de felicidad pones nubarrones hasta ocultar el sol. Tú, que todo lo dañas y todo lo arreglas. Tú, tan arriesgado y tan seguro. Tú, el mejor cuando eres correspondido, y tú el peor, una vez que ya no lo eres. Tú, que me has hecho vibrar y a la vez, me has hecho sentirme impasible. Tú, que me has dado un motivo por el que luchar y me has quitado otro por el que vivir. Tú, que me has pintado sonrisas en los labios y lágrimas en los ojos. Tú, que me has puesto un sueño al alcance de la mano para después, arrebatármelo sin piedad. Tú, que sacaste lo mejor de mí, pero también lo peor. Tú, que conseguiste volverme inmune. Tú, que me hiciste llorar hasta altas horas de madrugada. Tú, que me robaste las ganas de lenvantarme de la cama. Tú, que cubriste mi fiel sonrisa. Tú, que llegaste a ser inexistente para mí. Tú, que me enseñaste que no se puede tener todo lo que se desea. Tú, que me devolviste a la realidad y me hiciste saber la verdad. Tú, la mayor droga de todas. Tú, AMOR.

domingo, 30 de octubre de 2011

Quiero...




Quiero sumergirme en tu aroma, inundarme con la saliva de tus labios, beber de tu amor y aferrarme a tus brazos...
Quiero tenerte a mi lado, acariciarte el pelo, perderme en tu mirada y encontrarme, de nuevo, en cada rincón de tu piel...
Quiero sentirte, abrazarte, tocarte, mirarte, besarte, hacer mío...
Quiero que seamos dos cuerpos fundidos en uno...
Quiero pasar unas horas caminando de tu mano por las calles de la ciudad, mostrarte mi mundo y que formes parte de él...
Quiero que este sueño no acabe nunca...
Quiero notar tus manos recorriendo mi cintura y tu boca buscando la mía...
Quiero tener la oportunidad de demostrar al mundo que la aunténtica química es la que tenemos nosotros...
Quiero gritar a voces que eres tú, que TE QUIERO...
Quiero darte todo lo que tengo y un poco más para no perderte nunca.
Quiero estar contigo.

jueves, 20 de octubre de 2011

Lo encontré

Llegar a casa y encender el ordenador a toda prisa, notando dentro de mí el nerviosismo, esas mariposas hiperactivas que recorren mis entrañas haciéndose notar descaradamente pues incluso , desde allí, podrías sentir su dulce aleteo... Dejar las cosas, sentarme y buscar señales tuyas que dibujen una sonrisa en mi rostro. Una sonrisa especial, con un toque de amor, una pizca de ilusión y un puñado de alegría. GANAS que antes me faltaban para estar con alguien y que contigo me sobran. 
Me preguntan por qué ahora sí y antes no... La respuesta es sencilla: he encontrado lo que siempre busqué, A TI. Ahora que te tengo, ahora que formas parte de mí, ahora que te has vuelto un ocupa en mi corazón, ahora... no voy a dejarte ir. No te perderé. 
Eres lo que necesito, eres del que deseo enamorarme hasta perder la cordura, eres con quien anhelo dejarme llevar, sin pensar en nada, sólo sentir. Eres el adecuado. Eres al que quiero. Simplemente, eres tú.


LNP

domingo, 18 de septiembre de 2011

Si me faltas tú, todo me sobra

Romántico. Dulce. Agradable. Divertido. Gracioso. Bueno. Guapo. Inteligente. Maduro. Tierno. Seguro. Leal. Cariñoso.

Ésa sería la definición que te daría. Aunque eso sólo es tu forma de ser. Tus características, aquello que te hace único y especial. Pero lo mejor de todo es cómo me haces sentir. La felicidad que puedes aportarme con tu sola presencia. La sonrisa que se me dibuja en la cara cuando leo algo tuyo. Los ojos con los que te miro, aunque sea en fotos. Ese cosquilleo que me recorre cuando me dices "te quiero". Esa sensación de bienestar que alcanzo cuando estoy contigo.


Cada noche me tumbo sobre mi cama y mirando al techo de mi habitación, medito y pienso en ti, en mí, en un posible nosotros. Y así, soñándote, es cuando caigo en los brazos de Morfeo. Te imagino y la calma me inunda. Por eso, me acuesto con una sonrisa y me despierto con otra mayor. Porque cuando despierto, ha pasado un día más, y tú y yo seguimos avanzando. Volvemos a hablar, a reír y a soñar.
Porque si me faltas tú, todo me sobra.

domingo, 11 de septiembre de 2011

A lo hecho, pecho

¿Quién soy?... hasta ayer me creía capaz de responder a esta pregunta. ¿Ahora? Ya no lo sé.
Yo tenía unos principios los cuales creo haber roto. Formas de actuar que romplen la reglas, mis propias normas. Mi moral se distorsiona y mi vista se nubla. Mi cuerpo tiembla, inseguro como el que más, mi mirada, triste, contempla el suelo. Quizás está observando mi dignidad... que ha quedado enterrada. Mis manos, sudorosas, llenan esta hoja con la esperanza de vaciar mi conciencia. Pero, es un intento en vano. Ella me puede, me supera, me habla, bueno, me grita, me critica y me hace daño... No sé si tanto como el que me causan los rostros decepcionados de mis personas esenciales. Esas miradas descolocadas, sorprendidas ante una actitud poco corriente, seguramente equivocada. Errores que se palpan dentro y fuera de mí.
Incertidumbre que acecha entre las sombras de mis pensamientos. Qué hacer. QUÉ. Dudas que se multiplican conforme avanzan los segundos. Horrible sensación perturbadora de moral.
Y si algo bueno se puede sacar de esta situación, es que de todo se aprende.
Y si alguna esperanza se puede tener en este momento es la de no volver a caer en este error. En un error que tú normalmente no harías, pero un día realizaste. Ahora toca apechugar...
Hola insomnio, adiós bienestar.

viernes, 9 de septiembre de 2011

Flechazo


Una tarde, aparentemente común, charlando con amigos en un banco de un parque, giré la cabeza, y una figura a lo lejos me intrigó. Avanzaba rápido, con paso firme y seguro. Playeras con aire juvenil, vaqueros ajustados, camisa de cuadros... seguí alzando la cabeza hasta que me encontré perdida en tus ojos. Mi mente te reconoció y mi corazón dio prueba de ello, pues su latido adelantaba a tus pasos. Mi deseo dejaba atrás la realidad. Y mis palabras chocaron con las tuyas, desbordando así, una sonrisa recíproca que alentaba al sentimiento. Tres, cuatro, cinco segundos, no más, en los que mi mirada y la tuya se mantenían dulces y curiosas. Tú te alejabas lentamente, volteando la cabeza hacia atrás, sin perderme de vista. Sonrisas sinceras que se hicieron notar.
Acabado este instante, fugaz pero eterno al mismo tiempo, el ambiente cambió radicalmente. Miradas pícaras y sonrisas entrometidas que me pedían explicaciones. Y yo, presa de la incertidumbre, sólo puede decir: "No busquéis explicación a lo que ha pasado. El amor no se explica, el amor se siente. Y ojalá que él también lo haya sentido"

domingo, 4 de septiembre de 2011

Pecar

Es como una fuerza que me incita a pecar. Es un magnetismo que me atrae impidiéndome alejarme de él. "Lo deseas" me repite mi instinto, mi demonio. Mientras, el angelito llamado conciencia me suplica "no lo hagas". Y ahí, entre la espada y la pared, disputo la batalla de lo correcto. Todos sabemos que cuanto más peligroso es algo, más tentador es también... Y quieres acercarte, quieres probarlo, quieres robarle sus deseos y hacerlos tuyos. Quieres saber qué se siente. Él se acerca, te abraza por la espalda, respira tu olor y se camufla en tu cuello, desatando la locura. Poco después, toca, acaricia, besa, muerde, chupa y... Ahh. Ya has caido. Presa de su encanto, pero sobre todo, presa de tus instintos. Ya no hay vuelta atrás. Lo has hecho. Y ¿por qué no decirlo?. Te sientes feliz, satisfecha. Una chica segura, con un toque de maldad y picardía, que consigue lo que quiere. 


Desata tus pasiones, libera tus deseos y hazlos realidad, aunque no sea lo correcto. Disfruta de cada oportunidad que te aporte felicidad.


sábado, 3 de septiembre de 2011

Una noche en la playa



 Comienza un atardecer... Caminamos por la orilla del mar, dejando nuestra huella. Una ruta guiada por unos pasos que nos llevan hacia la felicidad. Más tarde, tú y yo, tumbados sobre la fina arena mientras elevamos nuestra mirada hacia el cielo. Hacia ese sol que se oculta lentamente para alcanzar la intimidad que el momento advierte. Una mano que se posa sobre otra, mientras los dedos, al unísono, se entrelazan. Dos miradas que se cruzan y un mismo corazón que se acelera. Sueños, ilusiones, sentimientos y deseos que se mezclan dando como resultado un amor perfecto. Una brisa marina que se pasea para disfrutar de la magia que desprende la unión de nuestras almas. Y una ola traicionera que se asoma curiosa para asistir al nacimiento de un "nosotros". Una luna que asciende luminosa y que se detiene encima de nuestros rostros, iluminando así, nuestra mirada.
Una noche tumbados contemplando un cielo plagado de estrellas y la inmensidad del mundo, que cabe en tus ojos. Y las horas avanzando, y nuestro cariño creciendo. De repente, una lengua va en búsqueda de otra con la que jugar. Y así, traviesos y divertidos, vagan nuestros pensamientos. 



Playa, arena, mar, palmeras, estrellas, y lo más bonito se encuentra en tu sonrisa. Una noche juntos en la que el resto del mundo desaparece. Entonces, silencio. Silencio provocado por dos personas que descansan tras una noche de locura, pasión y desenfreno. 
Comienza un amanecer...

jueves, 1 de septiembre de 2011

Qué es amar


Que no. Que eso a lo que le llamáis “amor” no lo es. Que querer no significa publicar cien comentarios diciendo todo lo que significa para ti. Que querer no es subir fotos a una red pública mientras os besáis. Que querer no es poner vuestra fecha en un tablón. Que querer no es poseer, sino compartir. Que para que alguien te quiera tienes que ganártelo a pulso, día sí y día también. Que amar es libertad. Que amar es algo más que un sms antes de dormir. Que amar es confiar ciegamente en alguien. Que amar es sentirte feliz sin necesidad de un porqué. Que amar es un estilo de vida. Que amar es ver a esa persona y sentir que un fuego nace en tu interior. Que amar es dejarte la piel por verle feliz. Que amar es no poder controlar la velocidad de tu corazón cuando él pasa por tu lado. Que amar es mirarle a los ojos y descubrir que el tiempo se congela. Que amar es besarle y notar que el mundo, alrededor, desaparece. Que amar es levantarse todas las mañanas con un sueño, una ilusión y una esperanza. Que amar es acariciar su rostro y elevarte hacia las nubes. Que amar es extrañarle aun estando rodeada de todos tus seres queridos. Que amar es despedirte de él y, al segundo, notar su ausencia. Que amar es verle triste, y sentir que algo dentro de ti, muere. Que amar es desear pasar las 24 horas del día a su lado. Que amar es sentir que te falta el aire cuando le tienes enfrente. Que amar… amar es la sensación más mágica que el ser humano pueda experimentar. Y lo único triste que tiene el amor, es que hay personas que aún no han descubierto su verdadero significado.  

lunes, 29 de agosto de 2011

Again

Y cuando estás apunto de volver a confiar, todo se desvanece. La verdad se delata y tu esperanza se oculta. Ya no hay vuelta atrás. Lo que te parecía una nueva salida, una nueva oportunidad, una nueva ilusión... no es NADA. Otra cicatriz en tu corazón, que tardará en cicatrizar. Y ahora me pregunto si merece la pena ilusionarse, si merece la pena creer... Porque cada vez que lo hago, sale mal. Todo se junta y cuesta llevarlo sobre la espalda. Pero más cuesta llevarlo dentro de tu corazón. Frustración, rabia, impotencia, dolor, decepción...
No sé si será casualidad o destino, pero desde que tú lo dejaste libre nadie ha conseguido entrar. No porque yo no haya querido, sino porque no ha podido ser. ¿Esto significará algo? ¿serán sólo paranoyas?. Ni lo sé ni lo quiero saber. Sólo quiero poder dar a alguien todo lo que un día te di a ti. Y también decirle todo aquello que a ti no pude. Ojalá alguien, de verdad, sepa valorar todo lo que llevo dentro. Ojalá la vida me brinde esa ocasión que tanto anhelo.

 Dicen que la esperanza es lo último que se pierde, pero la mía un día se escondió y aún no ha dado señales de vida

jueves, 25 de agosto de 2011

NACH


La ciudad

En este mismo instante alguien se despierta en la ciudad
y alguien cierra sus ojos para dormir
o para soñar
o simplemente para no ver su realidad
alguien espera en una esquina
y alguien camina sin rumbo calle abajo
una pareja discuten
y un ejecutivo corre hacia su puesto de trabajo

En este mismo instante
alguien se besa bajo la tenue luz de una farola
alguien mata y guarda su pistola
una mujer enciende su gramola y aquella antigua canción 
no la hace sentir tan sola
un anciano dice hola
y un recién nacido dice adiós o hasta nunca o hasta siempre
mientras alguien de repente siente que una vida crece 
dentro de su vientre
una chica se despide de su novio en un andén
mientras se sube a ese tren que acelera trepidante
alguien distante bucea en vasos de vodka uno tras otro 
y otro y otro y ya van doce
una niña se mira a un espejo y apenas se reconoce
un marido se corre en la boca de una mujer que no conoce

En este mismo instante un estudiante cierra un libro
y sabe que lo aprendido le hace ser más sabio
y también más confundido
una mirada se cruza entre dos desconocidos
que si se hubieran conocido serían el uno para el otro
alguien vende su cuerpo
y alguien compra medicamentos para perder parte de él

En este mismo instante un chico rico se mete un pico
 para sentirse a salvo
y un chico pobre se mete en un equipo para ser como 
Cristiano Ronaldo
alguien haya resgualdo en el sueldo de un trabajo fijo
y alguien en un crucifijo
y alguien en el cobijo de un cartón que sirve de escondrijo

En este mismo instante un hijo ejemplar es feliz comiendo regaliz
y una madre sabe que su amor no será barniz
ante otra cicatriz de su hijo problemático

En este mismo instante alguien abre un regalo
y alguien un bote de barnitúricos
alguien abre su mente
y alguien sus piernas
alguien dice "no me dejes nunca"
y alguien dice "no quiero que vuelvas"

En este mismo instante da un abrazo y alguien un puñetazo
alguien está sintiendo los ojos del rechazo
por ser demasiado oscuro, inteligente o gordo o afeminado
alguien anda abandonado con la mente perdida
y alguien se siente perdidamente enamorado

En este mismo instante un presidiario charla consigo
 mismo tan solitario
una familia numerosa se sienta a cenar y lo único que 
se oye es el telediario

En este mismo instante alguien está viviendo su más
 mágica experiencia
y alguien sube a una ambulancia de camino a urgencias
alguien está dando clase
alguien tumbos
alguien está dando las gracias
y alguien gritos de socorro

En este mismo instante una pareja folla apasionadamente
y un ejecutivo sale de su puesto de trabajo
alguien sige esperando en esa esquina
y alguien camina sin rumbo calle arriba

En este mismo instante
alguien se despierta
y alguien cierra sus ojos

Una ciudad

lunes, 22 de agosto de 2011

Echo de menos...

Echo de menos sonreír sin ningún motivo aparente. Echo de menos soñar contigo. Echo de menos verte a diario. Echo de menos el tacto de tus labios. Echo de menos la detención del tiempo cuando nuestras miradas hablaban. Echo de menos tu olor. Echo de menos sonreírte y esperar que me devuelvas la sonrisa. Echo de menos contemplarte en silencio. Echo de menos quedarme contigo a solas. Echo de menos rozarte la mano. Echo de menos el mariposeo que se produce en mi estómago cuando pasas por mi lado. Echo de menos los secretos, el amor y la magia. Echo de menos la sensación de sentirme completa. Echo de menos sentir, a secas. Echo de menos pillarte mirándome. Echo de menos correr tras de ti para, simplemente, decirte "hasta mañana". Echo de menos que me acompañes de camino a casa. Echo de menos tu presencia. Echo de menos tus consejos. Echo de menos que me des ánimos para seguir adelante. Echo de menos ser alguien especial para ti. Echo de menos escuchar una canción de amor y sentirme identificada. Echo de menos confesarte que eres único. Echo de menos todos y cada uno de los sentimientos que se despiertan en nuestro interior. Echo de menos tu timidez. Echo de menos tus palabras y tus actos. Echo de menos sentirte mío. Echo de menos aquel pudo ser y no fue. Echo de menos echarte de menos. 


jueves, 18 de agosto de 2011

Derrotas

Una vez una persona muy especial para mí me dijo: "Se aprenden más de las derrotas que de las victorias". 


El único que de verdad pierde es aquél que no sabe perder, porque estamos aquí para evolucionar tanto moral como sentimentalmente. Y la gran mayoría de las veces, hasta que no nos llevamos un palo no aprendemos
Que hay que dejar el orgullo, el rencor y otros sentimientos negativos a un lado para dar paso a la positividad. Que hay siempre más cosas buenas que malas. Tenemos que ser realistas. Para todo y para siempre. Aprendamos de nuestros errores y rectifiquémoslos. Que hayas perdido batallas no quiere decir que vayas a perder la guerra. Lo importante es controlar la mente. Auto-control. Saber qué hacer, cómo hacerlo, por qué y con qué fin. De todo se aprende, y en nuestras manos está el poder ponerlo en marcha. Échale coraje, valor, fuerza, ganas e ilusión y nadie te podrá reprochar nada, ni siquiera tú mismo. Se valiente. Se tú.

sábado, 13 de agosto de 2011

Vacío

Notas que los demás avanzan y ves cómo sus vidas pasan a cámara rápida. Luego te centras en ti, pero estás en stop. Permaneces con un gesto indiferente, la misma postura e idéntica actitud. ¿Qué estoy haciendo con mi vida? Es ese tipo de pregunta redundante que te acosa en cada silencio existente. Y entonces, vuelves a sentir. ¿Envidia?. Sí, tal vez lo sea. Yo lo llamaría mejor resentimiento. Y te ofuscas. Le das la espalda al destino como muestra de la incredulidad que su actuación te provoca. Nada va bien. Dónde están mis sueños. Qué ocurrirá mañana. Hacia dónde va dirigida mi vida. Por qué. Dónde está él. Dónde están ellos. Dónde estoy yo. Y así cada madrugada... agotador, sin duda. Un juego psicológico entre tu moral y el mundo. Sinceramente, no creo haber hecho nada malo para merecer este castigo.
Necesito otras experiencias. NOVEDAD en mi rutina. Una rayo de sol en un día nublado.
Creer, confiar, ilusionarse, soñar, vivir, disfrutar... son palabras cuyo significado olvidé hace meses.


Lo malo es que creo saber cuál es su origen. Lo peor es no querer reconocer que el origen de que no me sienta llena eres tú. Tú y tu maldita ausencia. 

domingo, 7 de agosto de 2011

Waiting

 Lo bueno se hace esperar
Que sé que tarde o temprano llegarás. Aparecerás en mi vida dándome ese giro de 180º que tanto necesito. Tú, que vendrás por sorpresa y te llevarás los fantasmas del pasado, te sentarás a mi lado y me mirarás como nunca nadie antes lo hizo. Me sonreirás y, dulcemente, me darás un beso en los labios. Sellando una promesa de amor. Luego me susurrarás al oído las palabras mágicas que te abrirán las puertas de mi vida y entrarás arrasando con todo. Dejando a un lado de mis sentimientos los recuerdos melancólicos y los peores momentos que puntualmente me hicieron entristecer. Que serás el arcoiris del día más lluvioso. Que serás la luz del túnel más oscuro. Que serás el timón que guiará mi rumbo. Y allí, entre mares de deseos y océanos de pasión, encontraremos nuestra isla. Nuestro espacio. Nuestra oportunidad. Volaremos libres sin cadenas de arrepentimiento que nos puedan atar. Sin nada. Seremos dos en uno. La fusión de dos almas en un mismo corazón.
Algún día te encontraré o me encontrarás. Nos encontraremos. Lo sé.
Y la verdad es que, no me importa esperar si es por ti.

viernes, 5 de agosto de 2011

Amor propio

Que el tiempo no espera a nadie es algo que aprendí hace unos años. Que pasa veloz, presto, raudo. Que cuando quieres darte cuenta del "hoy" ya es "ayer". Que aunque detengas las agujas del reloj, los minutos marcharán libres. Y te paras a meditar sobre todos estos años. Entonces, en tu cabeza se reproduce esa película en blanco y negro de tu vida. Quiénes estuvieron, quiénes desaraparecieron, quiénes están, quiénes aparecerán... Momentos, sonrisas, lágrimas, fiestas, salidas, excursiones, cumpleaños, tantos recuerdos que ocupan un rinconcito de tu mente. Las personas que jugaron un papel en esta historia. Personas que vienen y van, y lo único certero es que tú eres la única que permanecerá. Lo demás es una gran incertidumbre [¿?]. Por eso, antes que a nadie, tienes que quererte a ti misma. Nunca lo olvides. Para saber amar de verdad a alguien, primero tienes que aprender a amarte tú.

 Si no te quieres tú, ¿quién te va a querer?

lunes, 1 de agosto de 2011

La amistad lleva nuestro nombre

Una vez me preguntaron el significado de la palabra AMISTAD, y la verdad es que es la pregunta más fácil de responder que me han hecho en estos años. Amistad es lo que tenemos ella y yo. Me atrevería a decir que lo nuestro es algo más. Algo que no se puede expresar con palabras. Una definición que no aparece en el diccionario. Aquello que muy pocos afortunados han podido experimentar. 


Amistad es comprensión.
Amistad es afecto.
Amistad es felicidad.
Amistad es confianza.
Amistad es lealtad.
Amistad es sinceridad.
Amistad es respeto.
Amistad es apoyo.
Amistad es compenetración.
Amistad es ella.

Tú siempre tratas de entenderme poniéndote en mi lugar. Me das esos abrazos que me provocan sobredosis de felicidad. Me permites el lujo de mostrarme tal y como soy. Siempre me has sido fiel y sincera, por lo que te has ganado a pulso todos mis respetos. Eres el pilar que me mantiene en pie. Sin tus miradas y sin tus sonrisas cómplices no sé qué sería de mí. Gracias por formar parte de mi vida.

Te quiero

viernes, 29 de julio de 2011

Detuviste el tiempo

Un día aparentemente tranquilo que cambia con una velocidad superior a la de la luz. Una mañana normal y corriente hasta que algo inimaginable sucede.

Estaba de espaldas, serena y algo adormilada debido al primer madrugón de la vuelta a la rutina. El reloj marcaba las 8:00 de la mañana. Y mientras lo miraba fijamente con la esperanza de que los segundos avanzaran veloces, el tiempo se paró. Unas manos me cubrían los ojos impidiéndome ver el horizonte. Un olor conocido se introdujo en mi nariz haciéndome temblar. Era su fragancia. Era él. Lo sabía, pero quise hacerme la interesante con la intención de alargar el momento. Un momento que desearía que fuese eterno.

-¡Ya sé quién eres!
+¿Cómo lo has sabido? ¡Ni siquiera he abierto la boca!
-En realidad no lo he sabido, lo he sentido...

Se acercó a mi cuello, sumergiéndose entre mi pelo, y me susurró al oído:

+No abras los ojos aún.

Deslizó sus manos hasta mi cintura y allí se detuvo para hacerme girar. Suavemente. Como todo lo que hacía.

-Pero...¿qué estás haciendo? - dije confusa por la inesperada situación.
+Algo que debí  hacer mucho tiempo...

Y con la respiración entrecortada y el corazón apunto de escaparse, me sonrojé y agaché la mirada. Él, tan dulce como siempre, me levantó la barbilla. Me miró la boca y luego se mordió discretamente el labio. Me atravesó con la mirada como sólo él sabe hacer.

+Me encantas...

Me quedé perpleja al escuchar esas dos palabras pronunciadas por sus labios. Al ver que mi reacción tardaba en llegar, él comenzó a inquietarse.

+¿No tienes nada que decirme?
-¿Qué se suele decir cuando uno de tus sueños se hace realidad?
+Mejor no digas nada...

Puso su mano en mi cuello y su brazo rodeando mi cintura, tan protector como siempre. Iba aproximándose hacia mí mientras el primer rayo de sol de la mañana, que se asomaba tímido, iluminaba su rostro casi angelical. Qué bello. Milésimas de segundo después, unimos nuestros labios a la par que nuestros corazones. Y así, sellamos la promesa de un amor nacido en un día normal, pero que sería único.

miércoles, 27 de julio de 2011

Vuelvo a ser yo



Y lo bien que te sientes cuando vuelves a ser . Cuando te devuelve todo lo que un día te había robado. Cuando tienes el poder sobre ti misma y nadie más dirige tu vida. Cuando eres dueña de tus propios actos. Cuando haces lo que quieres sin importar qué podrá pensar al respecto. Cuando vuelves a sonreír como nunca habías imaginado. Cuando te miras al espejo y te identificas con la chica que ves al otro lado. Cuando recuerdas tu personalidad y la pones a prueba. Cuando ves la vida de color, nuevamente. Cuando eres como antes eras, antes de que te ligaras a la vida de otra persona. Volver a tener libertad e indepencia.

Ser misma y gustarte, ¿qué puede haber mejor?.

lunes, 25 de julio de 2011

Ojos vendados



Ojos que no ven, corazón que no siente. Qué gran verdad. 

Yo prefiero imaginar que las personas son buenas y que cuando lastiman, lo hacen sin querer. También prefiero no darme cuenta de que los padres incumplen sus promesas, mienten e, incluso, traicionan. Quiero creer que puedo conseguir todo lo que me pronponga, aunque no esté al alcance de mi mano. Que no quiero saber si esa sonrisa es verdadera o no. Que es de vital importancia seguir tapándome los ojos, con fuerza, para no ver el mundo en el que vivo donde se juzgan las apariencias, donde la gente es prejuiciosa, donde se llama arte a la matanza de animales, donde no puedes salir sola de noche por miedo, donde no puedes pasar por "x" barrios sin temor, donde los ricos no dan ni los buenos días, donde uno se hace millonario solo por conducir un coche o golpear un balón mientras que hosterelos, obreros, ganaderos y otros, se dejan la piel por un trozo de pan, donde los políticos tienen menos cultura que cualquiera de nosotros, donde los que gobiernan se preocupan por sus bienes y a los demás que nos jodan, donde para triunfar tienes que estar del lado de los malos, donde te llevan años a la cárcel por superar un límite de velocidad, pero por asesinato te encarcelan menos tiempo, donde sí existen imposibles, donde la igualdad es la mayor de las ironías. Un puto mundo que nos estamos cargando. Una puta realidad que ansío no ver. Porque el día que decida retirar mis manos de la cara... el día que dé el paso y abra de verdad los ojos... ese día, me quedaré ciega.

viernes, 22 de julio de 2011

Todo final es un nuevo comienzo

Y un día te levantas con una nueva sensación que hacía mucho tiempo que no sentías. Y te das cuenta de que las cosas han cambiado. Que todo ese sentimiento se ha evaporado como si de agua se tratase. Que el laberinto que tenías en tu interior se ha convertido en una autopista desértica. Y ahí sólo estás tú, avanzando con un 600 de los de antes, tomándote la vida con calma, como siempre habías deseado. Sin prisas, sin presiones, sin metas, sin que otra persona conduzca tu vida. Tú decides. Ya no hay rastro de él, ni de su mirada, ni de su sonrisa, ni de su olor, ni de su voz... Un simple e indoloro recuerdo es la mayor perturbación que puedes sufrir. Sabes que tu vida ha elegido otro camino que ya ha comenzado a descubrir. Y te sientes bien, distinta, con cierta incertidumbre en los ojos y algún que otro vacío en el corazón. 
No lo pienses más, fuera dudas, fuera miedos, la vida te brinda una nueva oportunidad. Cuando una puerta se cierra, otra se abre.

 Sólo hay una cosa en la vida que quiero 
hacer antes de morir: vivir

miércoles, 20 de julio de 2011

Relatividad y equilibrio



 Todo es relativo. Nadie es eternamente feliz o infeliz. No todos los días son perfectos ni todos los días son un desastre, la mayoría son días normales. No te comportas siempre como alguien maduro, o como alguien inmaduro; tienes madurez pero en algunos momentos dejas escapar tu inmadurez o viceversa. Las cosas no tienen porqué ser blancas o negras, suelen ser grises. Y es aquí, en el GRIS, donde se encuentra el equilibrio. Ahí está la clave de todo. No seamos extremistas, por favor. No somos el centro del mundo, pero tampoco somos seres insignificantes. No tenemos una vida perfecta, vale, pero tampoco lo contrario. Puede que un día no nos apetezca reír, y no por eso somos infelices. Tal vez, una tarde a esa persona se le olvidó llamarte, y no por eso se ha olvidado de ti. Quizás, si dejáramos de hacernos las víctimas y fuéramos un poco más considerados, las cosas irían mejor.