Visitas

sábado, 28 de julio de 2012

Como antes...

¿Te acuerdas de lo que dijimos hace unos meses? Hablábamos de que teníamos ganas de que llegara de nuevo el verano para pasar las noches hablando. Aún espero ese momento...

Me acuerdo de lo bien que lo pasábamos, de las madrugadas juntos, de lo cercano que te sentía y de lo contenta que me iba a dormir. Me sentía bien contándote mis penas y escuchando tus consejos. Los echo en falta...

También recuerdo ese recreo en el banco, sentados, cuando me hablaste de otra de tus amigas, de lo bien que os compenetrábais y de lo a gusto que estabas con ella. Y cada vez que la nombrabas, sentía un pinchazo en mi interior. Llámalo temor, llámalo miedo a ser remplazable. Porque siento que nuestra amistad se ha enfriado, noto que eso que conseguí el verano pasado de que te abrieras y te desahogaras, se ha ido perdiendo... Te conozco en gran parte, y tú me conoces a mí, y cuando estamos juntos es como si todo fuera como siempre, pero mi sensación cuando me paro a pensarlo en casa no es la misma. 

Echo de menos la amistad que teníamos hace unos meses, el que me cuentes tus historias, el que te desahogues conmigo porque cuando te pregunto si todo está bien y prefieres no hablar del tema... me duele, ¿sabes?. Veo que mi mejor amigo lo pasa mal y que no puedo hacer nada, ni siquiera escucharle. Sé que has soportado bastantes cosas mías y que me has ayudado mucho, siempre te estaré agradecida, pero me gustaría que siguieras confiando en mí y que te desahogaras conmigo, como hago yo contigo. 

Para mí no eres un amigo más, eres MI MEJOR AMIGO, por eso no me conformo con preguntarte qué tal, que me digas que bien, responderte lo mismo, hablar dos tonterías y despedirnos. Me gustaría saber casi  todo de ti. Que todo fuera como antes...

Estaré aquí para cuando quieras.
Siempre podrás contar conmigo, rubio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario