Visitas

sábado, 7 de mayo de 2011

Tu mirada

Me miras con esos ojos redondos y chispeantes, color marrón intenso. Tan intenso que se clava, hondo, muy hondo. Profundo. Una mirada oscura y, a la vez, transparente. Ese tipo de mirada que es difícil de olvidar porque te persigue vayas donde vayas. 
Te observo y tú me miras. Me centro en tus pupilas... están marcadas por el brillo de tus ojos. Un destello de luz único. Intento mirar aún más adentro... Me pierdo. Entonces, tú me sonríes y me encuentro con la mirada fijada en tus labios; gruesos, ni mojados ni secos, tienen el toque de humedad justo, dentadura perfectamente alineada... No puedo apartar la mirada. Te das cuenta. Me sigues mirando. Tu mirada se torna. Da un cambio radical y, ahora, es más misteriosa que nunca. Me atrae, más, sí... todavía más. Soy débil y lo sabes. Juegas con ello. Sonrisa picarona y mirada furtiva. Me encantaría dejar de mirarte, pero no puedo. Tienes un control sobrenatural sobre mí. Te acercas. Juegas. Me controlo. Pienso, recapacito, reflexiono... No me hagas esto... Después de unos segundos de silencio y de miradas cómplices, consigo desviarla al infinito. Echo un vistazo rápido a tu rostro. Ya no me miras.
Esta vez lo he conseguido. He tenido el control de mi cuerpo, de mi instinto y de mi lado más salvaje. He dado calma al revuelo que se había formado en mi interior por ti. No deberíamos hacer esto. No sigas. No lo prohibas... Si lo haces, me retas. Amo los retos. No juegues, no me pongas aprueba, porque la próxima vez no retendré mis impulsos. 
Estás sobre aviso... voy a comerte.

4 comentarios:

  1. Te he visto en una página de tuenti, y la verdad es que me encanta :)
    Te sigo sin duda, pásate!

    ResponderEliminar
  2. Gracias! me alegro de que te guste :)
    Ya te sigo ;)
    Un besito

    ResponderEliminar