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viernes, 5 de agosto de 2011

Amor propio

Que el tiempo no espera a nadie es algo que aprendí hace unos años. Que pasa veloz, presto, raudo. Que cuando quieres darte cuenta del "hoy" ya es "ayer". Que aunque detengas las agujas del reloj, los minutos marcharán libres. Y te paras a meditar sobre todos estos años. Entonces, en tu cabeza se reproduce esa película en blanco y negro de tu vida. Quiénes estuvieron, quiénes desaraparecieron, quiénes están, quiénes aparecerán... Momentos, sonrisas, lágrimas, fiestas, salidas, excursiones, cumpleaños, tantos recuerdos que ocupan un rinconcito de tu mente. Las personas que jugaron un papel en esta historia. Personas que vienen y van, y lo único certero es que tú eres la única que permanecerá. Lo demás es una gran incertidumbre [¿?]. Por eso, antes que a nadie, tienes que quererte a ti misma. Nunca lo olvides. Para saber amar de verdad a alguien, primero tienes que aprender a amarte tú.

 Si no te quieres tú, ¿quién te va a querer?

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