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martes, 5 de julio de 2011

Un sueño, un deseo, un improbable

Y pensar que con una noche es suficiente. Un sueño. Un deseo. Un imposible, bueno, un improbable. Y te despiertas con una sensación de felicidad abrumadora y con una sonrisa amplia, sincera y complaciente. Hacía tiempo que no me sentía así y tuvo que ser mi subconsciente quien me lo recordase. Stupid happyness. Gracias a ti. Otra vez.
Soñar con su mirada, mejor dicho, soñar con su forma de mirarme... con su sonrisa, mejor dicho, con la forma en la que me sonríe... con sus caricias, mejor dicho, con su manera de acariciarme... y sentirme ligera. Como si volara. Palpar el cielo y, con el dedo índice, señalar arriba. Alto, más aún. Donde habitan los ángeles. Ese paraíso de donde te debiste escapar. Único. Sencillo. Transparente. Directo. Agradable. Inteligente, mucho, tanto que asusta. Tú y más tú. 
 

Esta noche no sé si volverás a aparecer, pero durante estos minutos en los que escribo sobre ti, no has salido ni un segundo de mi mente. Por algo será...

2 comentarios:

  1. No miento si te digo que ha faltado muy poco para que cayesen dos lagrimillas por mi cara...
    Te aseguro que esta entrada me ha parecido preciosísima. Y tienes un blog increíble, de verdad. Escribes muy muy bien. Un beso.

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  2. Ay! Muchas gracias, de verdad :D me alegra saber que a la gente le gusta mi forma de expresar, intento hacerlo lo mejor que sé =)
    Un besazo.
    P.D.: Gracias a ti por leerme! :P

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