Visitas

domingo, 24 de agosto de 2014

Sin escapatoria


Sus manos apretando mis brazos, clavándome en la puerta, chistándome para que guardara silencio. El “clac” del cerrojo. Su voz en mi oído: “no tienes escapatoria, así que pórtate bien, no me obligues a ser malo”. Su índice descendiendo por mi frente, guardándome el pelo tras la oreja. La rojez de sus ojos perforando los míos. Mis manos temblando. Las suyas arrancándome el vestido. Mis lágrimas cayendo junto con mi ropa interior. Su saliva mezclada en mi sudor. Su dientes en mi nuca. Su bragueta bajada. Sus embestidas. Mi pelo en su puño. Su gemido. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario