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domingo, 11 de mayo de 2014

Tus pupilas se delatan

Ahora estarás con ella, tras pasar todo el día junto a mí. Dime a qué te sabe esa cena, si no te es algo insípido después de todo, si hace unas horas comíamos juntos, devorándonos con la mirada. Dime si tras el plato de enfrente no ves mi rostro. Dime si no escuchas mi voz enmascarada por tu pensamientos. Dime si no sientes mi mano cuando ella roza la tuya. Dime si no desearías tenerme en esa silla, palpar mi rodilla bajo la mesa y hacerme sonrojar. Dime que con ella estás a gusto, que sus besos te han robado el sabor de los míos. Dime que la agarras con la misma fuerza que a mí. Dime que deslizas tus dedos por su piel, entregándole tu amor indefenso sutílmente y que cuando la abrazas abates los muros del alma como conmigo. Dime que no deseas que sea yo la que esta noche duerma en tu cama, la que recorra tu cuerpo con caricias, la que te bese cada lunar, la que te hable al oído hasta que quedarte dormido. Dime que no me piensas ahora mismo. Dime que cuando estás con ella te olvidas de mí. Dime lo que quieras con palabras porque solo creeré el lenguaje de tus ojos, de esas pupilas que se delatan. Ya sabes, en silencio nos entedemos mejor.

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