No
sabes a cuál de los dos escoger porque él es como tú eras antes y yo soy como
tú quieres ser. La transición entre tu pasado y tu futuro es lo que hace que
los tres estemos parados, haciéndonos daño mientras tú decides qué es lo
adecuado. Además, ¿sabes por qué le tratas con mayor cariño a él? Porque os
parecéis en tantos aspectos que es como si te estuvieras cuidando a ti, en
realidad. Mientras tratas de mimaros a
los dos, yo no recibo ni la mitad porque soy tu “yo” en potencia, lo que
acabarás siendo pero que nunca has sido, por eso no sientes el daño que me
haces cuando de tan fría que eres me congelas el corazón y, por eso, sientes
que te hundes en cuanto le arañas el alma. Y ¿sabes qué es lo más sorprendente
aún?, que yo te amo a ti, incluso cuando no siento tu calor porque en el fondo
sé que dándoselo a él, te lo estás dando a ti misma y si hay algo que me hace
quererte aún más es que tú sepas quererte, aunque esa caricia no roce mi piel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario