Te odio pero más me odio a mí. Me odio por darte una segunda oportunidad después de dejarme por otra de esa forma. Me odio por querer confiar en ti. Me odio por estar absurda y completamente enamorada de ti y por hacértelo saber. Me odio por demostrarte en los momentos más difíciles que seguía ahí por y para ti. Me odio por no escuchar al resto y hacer caso al estúpido corazón. Me odio por no ser realista y dejarme llevar por este puto sentimiento. Me odio por estar tan ciega, o tan enamorada, lo mismo da. Me odio por ser tan vulnerable contigo. Me odio por depositar en ti mis ilusiones, mis esperanzas, mis mayores deseos y mi felicidad. Me odio por la cantidad de veces que he dejado de ser yo para ser un poco más tú. Me odio por creerme tu perfección, por vivir tan engañada. Me odio por no haberlo parado antes. Me odio por seguir escribiéndote...
Dicen que del dolor salen las mejores letras. No sé si estas gustarán o si serán buenas o si marcarán a alguien que también se sienta identificado. No pretendo que agrade a nadie. Simplemente necesitaba desahogarme porque mientras yo estoy jodida, él está durmiendo.
Me odio. Te odio. Nos odio.